No había forma de avisar a los Bomberos o la policía. El tornado había destruido todo. Sin embargo, la actitud de un muchacho, y el rápido accionar de una pequeña empresa, salvaron a la comunidad de quedar absolutamente aislados…

El 23 de marzo de 1.970, Viale protagonizó el peor fenómeno climático del que se tenga memoria. Aquella madrugada, un tornado azotó al pueblo, arrasando todo lo que encontró a su paso: Postes de luz, techos, tapiales, plantas de silos, árboles. Y no sólo fue el viento, hubo también agua. Y mucha agua. En apenas tres horas, llovió 340 milímetros, anegando absolutamente todos los caminos de la zona.

Aquel tornado, además de generar caos, ocasionó que la ciudad quedara incomunicada por varios días. No hubo caminos por casi una semana ni teléfono (el viento destruyó todo el cableado eléctrico y telefónico).

Pero fue la iniciativa casera y la creatividad pueblerina, lo que permitió evitar que la comunidad quedara incomunicado del todo.  Por entonces, la firma local Utz Hermanos, que poseía una planta de incubación en nuestra ciudad, tenía un grupo electrógeno propio para generar energía eléctrica en los momentos que hubiese cortes de luz. Fue así como los propietarios de la empresa convocaron a René Beidukat (conocido Radio aficionado de Viale) para instalar un equipo de transmisión. Los Utz prestaron una piecita y la energía necesaria para poner en marcha el equipo de radio aficionado de Beidukat.

«A raíz del fuerte viento, todas las antenas habían quedado en el suelo. Por ello las recogimos y las colgamos de un árbol y desde la piecita que me prestaron y con la energía del grupo electrógeno, conseguimos entablar comunicación», explicó Beidukat a NuevaZona.

Muy pronto llegó el resultado: A las pocas horas de instalar el equipamiento, nuestra ciudad pudo solicitar la ayuda necesaria al gobierno provincial y organismos nacionales.

«Esa misma mañana, conseguimos inmediatamente que la Red de Emergencia Nacional otorgara a Viale la frecuencia disponible, ya que hubo una prioridad para nuestras comunicaciones, a raíz del grave fenómeno climático», explicó Beidukat.

Al dar prioridad a la frecuencia de Viale, la Red de Emergencia Nacional (que por entonces funcionaba en el Correo Central de Buenos Aires), permitió que a través del equipo casero de Beidukat, el Municipio pudiese dar cuenta de lo ocurrido al gobierno, a la policía entrerriana y hasta los Bomberos.

«Fue de este modo como el Intendente pudo informar de lo ocurrido al Gobernador y solicitar la ayuda que se requería en ese momento de extrema necesidad», sostuvo René.

Aquella rústica comunicación, generada desde una antena colgada del árbol, continuó durante varios días, hasta que al cabo de una semana logró reestablecerse el servicio telefónico.

(Fabricio Bovier/NuevaZona)