-Adópteme, señora… Con esas dos palabras, tan fuertes, tan duras, tan dolorosas, un chiquito recibió a esas dos mujeres que habían ido a visitar un Hogar de Niños con una maleta, tres títeres y muchas ganas de dar amor.
-«Adópteme, señora», le dijo el nene. Y las palabras retumbaron en medio de esas cuatro grises paredes.
Ese casi ruego de amor y cariño que estaba pidiendo el chiquito a la mujer que se aprestaba a comenzar su obra de títeres, cayeron como baldazo de agua más que fría; directamente helada.
Hoy, en Entre Ríos, hay 114 niños, niñas y adolescentes que esperan una familia que los adopte, que los quiera. El número duele, golpea.
Son cifras que maneja el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos de la Provincia de Entre Ríos (Ruaer).
La secretaria del organismo, María Silvana Spais, indicó que hay 114 niños, niñas y adolescentes que tienen declarada la situación de adoptabilidad. «Los menores de 13 años son 65. De estos buscamos familia para 38, ya que el resto está en un proceso de vinculación. En tanto, hay 49 adolescentes, para los cuales es mucho más compleja la búsqueda de familias». Para estos últimos, «la dificultad radica en la disponibilidad de postulantes. Casi el 80 % de las personas que se presenta es para niños de hasta tres años y esto decae a un 6% para niños de 10 años o más».
Las estadísticas escupen un durísimo cuadro de situación: Son muy pocas las familias que tienen pensado adoptar a chicos de 10 años o más. Y la realidad es que esos son los chicos que necesitan ser adoptados. Bebés, prácticamente no hay. Así lo confirman desde todos los organismos oficiales que entienden en la temática.
Hay ejemplos de familias y parejas que un día vencieron barreras y decidieron adoptar niños o adolescentes. «Quien quiera ser padre, lo único que necesita es darle amor a un chico, independientemente de su edad», me dijo hace un tiempo una noble mujer que se transformó en mamá, luego de adoptar un grupo de hermanitos que vivían en un Hogar de menores.
Hoy, cuando las estadísticas oficiales indican que todavía hay 114 niños en Entre Ríos que esperan una familia, las palabras de esa mujer que decidió convertirse en madre resuenan como luz de esperanza en medio de tanta oscuridad.
Son 114 las vocecitas que ruegan la llegada de una familia. Lograr que cada vez sean menos los chiquitos en esa dramática situación es una tarea que nos compete a todos.
Fabricio Bovier