Pese a que el presidente, Mauricio Macri, ratificó en marzo la continuidad de Conectar Igualdad, hay señales que dan cuenta de un virtual abandono. Hubo una importante cantidad de despidos en la estructura nacional del programa, no se renovó contrato a la coordinadora regional, a principio de año estuvo en duda el puesto laboral de los referentes técnicos escolares y este año no llegaron netbooks para los estudiantes de primer año. “Esperamos que se analicen las cuentas, se audite lo que se tenga que auditar pero que se le de continuidad porque no se está perjudicando a un gobierno ni a un sindicato sino a los chicos que van a la escuela”, dijo a AIM el secretario general de Amet, Andrés Besel.

Varios programas nacionales educativos se dieron de baja formalmente. Amparándose en las denuncias de corrupción que pesan sobre la gestión kirchnerista, no hubo demasiado análisis sobre los programas en sí mismos, sobre sus aportes o no al proceso educativo. Se recortaron los fondos y no se renovaron los contratos.

Una de las excepciones, al menos en lo explícito, fue el programa Conectar Igualdad, que busca integrar al aprendizaje las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) mediante el uso de netbooks como herramientas. Sin embargo, pese a que el presidente Mauricio Macri dijo el 10 de marzo que continuará el programa, desde el inicio de la gestión a la fecha hubo varias acciones y omisiones que atentan contra su desarrollo.

“Estuvimos en el Consejo General de Educación (CGE) hablando por ese tema. Desde la secretaría general del organismo nos informaron que eso no se va a financiar al menos este año. Los chicos que ingresan a primer año no van a tener la computadora como tienen los de segundo y tercero”, dijo Besel a esta Agencia.

“Para nosotros es una decisión totalmente equivocada de parte del gobierno nacional”, lamentó el dirigente que, de todos modos, se mostró ilusionado en que se revierta la situación: “esperamos que se analicen las cuentas, se audite lo que se tenga que auditar pero que se le de continuidad, porque no se está perjudicando a un gobierno ni a un sindicato sino a los chicos que van a la escuela”.

Más allá de la entrega de las computadoras, hay otras situaciones que tienen que ver con el personal necesario, la estructura de cargos y el presupuesto para salarios necesario para garantizar su funcionamiento. “Este año costó que se den las horas para los referentes. Lo que pasó realmente fue que desde Capital Federal echaron a mucha gente de altas esferas del programa”, dijo a esta Agencia Julián Díaz, referente técnico de la escuela Cesáreo Bernaldo de Quirós.

A la coordinadora regional del programa, que estaba como monotributista, no le renovaron el contrato.

En el caso de las escuelas comúnmente conocidas como bachilleratos, los sueldos corren por cuenta de la provincia, con recibo de haberes. No así en las técnicas, que dependen del gobierno nacional, donde los encargados de garantizar los aspectos técnicos y coordinar el desarrollo del programa no son los Referentes Técnicos Escolares sino los Administradores de Red, que son contratados monotributistas y dependen de nación.

En ese sentido, Díaz sostuvo “la necesidad de la continuidad, para que los puestos sean fijos. Que los cargos existan y se concursen pero que se termine con la disyuntiva de cada año sobre si vamos a laburar o no. Queremos lograr una estabilidad laboral plena”, reclamó.

A su vez, un conflicto en el Correo Argentino, dejó al programa sin la logística necesaria para el envío de máquinas para su reparación y para el envío de nuevos equipos, que por el momento está fuera de los planes.