Para la Dra. Andrea (y en ella a todo el Personal de Salud, Médicos, Enfermeros/as, Personal de Maestranza, Choferes, Administrativos: TODOS!!!)

Nos alegramos por tu recuperación, pero en realidad nos alegramos porque ya vas a estar bien para atendernos, para volver al frente de batalla, donde te necesitamos y te sabemos indispensable, irreemplazable…

Nos preocupa que te enfermes, pero no te hacemos caso cuando nos recomendás que nos cuidemos que no nos juntemos, que cuidemos los protocolos sanitarios, en bien de todos.

Somos egoístas cuando jugamos al “sálvense quien pueda”, cuando ponemos nuestros gustos o intereses por encima del bien común.

El Coronavirus ha sido definido y caracterizado de distintas maneras, yo lo defino como un Mensajero, vino a comunicarnos algo, un mensaje, que cada uno fue interpretando como quiso, y es acá donde también cada uno puso de manifiesto sus intereses y mezquindades, sus valores y sus convicciones.

Alguien dijo que después de la pandemia, no vamos a ser iguales, vamos a salir distintos, y es entonces en que cada uno verá cómo saldrá, si mejor o peor.

Mejor, si aprendimos que somos parte de un colectivo social y responsables de que nuestros actos tienen repercusión social, de que somos parte de un todo, y nos salvamos juntos o perjudicamos a otros, y los que siempre son los más afectados son ustedes, los trabajadores de la Salud.

Peores, si no aprendimos que vivimos juntos y somos parte de una sociedad y que no puede, no importarnos las consecuencias de nuestras acciones, aunque sean particulares o individuales. Si no somos capaces de darnos cuenta de que hay personas como ustedes los agentes de la Salud que están poniendo en riesgo su vida, que deben ponerse al resguardo para cuidar su familia, sus seres queridos, y seguimos como si nada nos importara.

Por eso Doctora, gracias por todo lo que hacés junto a tus colegas y personal de salud, quiera Dios bendecirlos y cuidarlos, porque, y parafraseando a Hamlet Lima Quintana, te digo,

Hay gente que, con sólo saludarnos, manifiestan sus ganas de ayudarnos,

Hay gente que, con el servicio, nos brinda su vida

Hay gente que, al brindarse, ponen en riesgo su propia vida

Hay gente que antepone el servicio y la atención, a sus gustos e intereses

Hay gente a quienes, al comienzo de la Pandemia, le bridábamos aplausos

Hoy sólo reciben ingratitudes y contradicciones!

A pesar de todo, y Gracias a Dios, podemos decir que “Hay gente como ustedes tan necesarias!”,

Prof. Juan Carlos Espíndola

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