El actual sacerdote de la Parroquia María Auxiliadora de María Grande, Ariel Folonier, se refirió a la controvertida situación que se presentó en la localidad. Dijo que el mismo cura “asumió que no puede continuar”.

El cura ejercía la función de vicario parroquial en María Grande, mantuvo relaciones sexuales con una chica, producto de lo cual sobrevino un embarazo. Cuando las autoridades de la curia de Paraná supieron del hecho, adoptaron la determinación de apartarlo de las funciones pastorales en esa localidad.

El actual sacerdote de la Parroquia María Auxiliadora de María Grande, Ariel Folonier, en diálogo con Canal 3 de María Grande, habló del tema. Entendió que “es una situación muy dolorosa para los fieles, es verdadera y el padre (sacerdote) como corresponde ya no continúa en la parroquia”.

Se refirió a los cuestionamientos que ha tenido el “silencio” de parte de la Iglesia por la situación, afirmando que “está asociado a una cuestión de índole privada, que vincula a una persona pública que es sacerdote, y a la otra parte, que es privada”.

“El obispo supo la situación, está al tanto y acompañando a las partes. (La mujer) es mayor de edad, no podemos decir su nombre ni de qué lugar es. No tenemos derecho a hacerlo, hay una cuestión penal de por medio. En nuestros pueblos las cosas se comentan muy rápido, sin pensar en lo que están sufriendo las partes”, señaló.

Al mismo tiempo Folonier apeló “al sentido humano y al sentido común” de la ciudadanía “a tener respeto que merece cada persona”.

Mencionó que antes de que esta situación fuera noticia, “el sacerdote mismo manifestó al consejo pastoral la situación, su pedido de perdón, porque esto es una infidelidad a su vocación, a su promesa, y en cierto modo defrauda la fe de los fieles; ha dicho que está profundamente arrepentido. Asume que no puede continuar“.

A su vez hizo “un llamado” a la comunidad para que, “en caso de saber quién es la otra persona, no la juzguemos, no la señalemos con el dedo, tengamos un sentido humanitario”, pidió el sacerdote.

Folonier, al ser consultado por Canal 3, consideró que lo primero que debe hacer el sacerdote M. O. “es asumir la paternidad”, y “si después hay una familia, posterior a esto, o no, es otra cosa”.

El sacerdote que será papá, es oriundo de Feliciano, había sido ordenado sacerdote en 2012, por el obispo Juan Alberto Puiggari. A finales de febrero de 2015, Puiggari lo había destinado como vicario de la Parroquia María Auxiliadora de María Grande.