Quien mejor lo describió y con palabras muy sencillas fue su hija Martina: “No deseo que te sea fácil este emprendimiento, porque no se trata de eso, sino de equivocarse, y volver a empezar, de aprender y mejorar. La meta no tiene sentido sin esfuerzo. Más vale fracasar en lo que te gusta, que ganar en lo que no te hace tan feliz”.
El Contador Lisandro “Chano” María acaba de ser designado por la Justicia como Administrador (con el aval de la mayor parte de herederos), de la Sucesión de José María, aquella histórica firma que marcó un antes y un después en la localidad de Viale, logrando a través de la marca Supramar que el pueblo sea reconocido a lo largo y ancho del país.
Quiso el destino, los vaivenes económicos, problemas familiares que no tiene sentido enumerar aquí y varios etcéteras más, que la empresa –que llegó a convertirse en la principal generadora de mano de obra en la región- resienta su producción con el paso del tiempo. Poco a poco, la firma fue disminuyendo su histórico poderío, para dar paso a un presente de complicaciones y un futuro con demasiada incertidumbre.
Sin embargo, hoy la cosa parecer haber dado un giro de 180 grados, luego que la mayor de los herederos alcancen un acuerdo, al avalar la designación como Administrador de Lisandro María.
Se trata de un Contador de 39 años recién cumplidos, que logró reconocimiento público cuando puso más que un granito de arena para que la Fiesta Nacional del Asado con Cuero sea reconocida en buena parte del territorio argentino.
“Desde que me recibí, mi sueño fue siempre trabajar en esta empresa”, reconoce. Y sabe de lo que habla. Desde los 11 años que ayudaba a su abuelo José a cortar el pasto en la fábrica de alimentos balanceados, palear camiones y cargar bolsas de harina. Su rol fue creciendo de a poco y ya de adolescente, el abuelo le pidió que lleve adelante planillas de costo.
Luego llegó la Universidad y tuvo que irse a estudiar, siempre con el objetivo firme de volver a sus raíces, para seguir desempeñándose en la empresa. Sin embargo, con título en mano, ya no pudo volver a trabajar a la fábrica.
“Pero solo el tiempo te da la posibilidad de concretar los sueños e ir por los objetivos que uno se puso al principio del camino”, cuenta. Llegó 2016, y luego de intensas gestiones la familia lo invitó a sumarse a este desafío de administrar la empresa.
Chano comenzó a ser parte de la sucesión luego del fallecimiento de su padre, hace tres años. Tiempo después, fueron los demás herederos quienes le propusieron hacerse cargo del manejo de la firma.
Calidad de sus productos
La empresa José María, además de la fábrica de alimentos balanceados ubicada en el acceso a la ciudad, tuvo campos, estancias y molinos harineros en distintos lugares de la provincia. Siempre fue reconocida por la calidad de sus productos y la tecnología de punta que utilizó en sus procesos industriales.
Sin embargo, poco a poco se fueron vendiendo las distintas propiedades. Por eso el desafío es doble: Mantener lo que está y hacerlo crecer. “Dios quiera que un futuro no tan lejano, podamos tomar más empleados”, contó.
“Estar hoy ocupando el lugar que me toca, significa una gran responsabilidad. Mi abuelo siempre quiso que la empresa crezca, brinde trabajo y que el nombre de la firma y de su pueblo sea reconocido en todo el país. Por eso este nuevo rol que me asignaron es mucho más que un desafío”, explicó.
El flamante Administrador es consciente que actualmente la empresa acumula deudas y un marcado deterioro en su infraestructura.
Recomenzar
El primer día que se hizo cargo de la administración, que fue este lunes a las 8 de la mañana, Lisandro María reunió a todos los trabajadores de la fábrica, para escuchar sus inquietudes y conocer de primera mano las necesidades. “Lamentablemente, la empresa estaba acéfala y sin objetivos, puesto que quien estaba anteriormente a cargo de la administración había presentado la renuncia. Los empleados hacían lo que podían, pero sin un objetivo claro y con enormes dificultades. Por eso les planteé que los objetivos serán pequeños pasos que iremos dando entre todos, para conseguir grandes logros”.
En pos de ir logrando esos pequeños pasos a los que hace referencia, el Contador sabe que cuenta con muchos ofrecimientos de gente dispuesta a darle una mano y que ya se lo hizo saber ni bien supo de su nuevo rol.
“Entre todos podemos llegar a resurgir. Si bien algunos herederos tienen intenciones de vender y otros de que la empresa continúe en la familia y crezca, el desafío es ir paso a paso. Uno de los objetivos es administrar para la familia y también para los empleados de la fábrica, puesto que la mayoría dejó gran parte de su vida trabajando allí”, contó.
“Lo que también dejé claro en la primera reunión con los trabajadores es que con un solo nombre no alcanza para que las cosas funcionen. Necesitamos de todos y que todos nos pongamos a trabajar. Será un arduo camino, pero sabemos hacia donde vamos”.
“En nombre de mi abuelo y en homenaje a él, haremos todo lo posible para que este sueño crezca y se desarrolle”, agregó.
Fabricio Bovier
(El informe completo se publica en la Edición Papel de NuevaZona)