“¿De verdad una sala propia? ¿Para hacer teatro? Suena a locura”, dijo uno. Los demás asintieron. Pero ya se sabe, las ideas demasiado razonadas y pensadas suelen quedar en los archivos oxidados y pocas veces llegan a concretarse.
Por eso, aquella vieja idea de la sala propia comenzó a materializarse el mismo día que unos locos lindos la pensaron y la imaginaron en su cabeza. Así, el 10 de febrero de 2018, el lugar abrió sus puertas por primera vez.
Por eso, este domingo, la Sala de Teatro Abarajala cumple su primer añito. Poco tiempo y mucho a la vez.
La sala funciona en una casona histórica y que estuvo cerrada por más de tres décadas. Durante este primer año de vida (y mucha vida), la sala albergó obras teatrales, muestras de artistas plásticos, tango, exhibiciones circenses y talleres para todas las edades.
Pero lo chicos van por más. Si bien no resulta sencillo emprender en este país (nunca lo ha sido) y más aún en lo que a cuestiones culturales se refiere, “los abarajalos” no se resignan. No van en quinta ni a fondo. Pero sí a paso firme. Como debe ser para que las cosas funcionen.
Y la cosa está funcionando. Porque ya se sabe, cuando los sueños van acompañados de ganas y esfuerzo, lo demás llega solo. Feliz cumple, Abarajala!! (FB)