El 15 de julio de 1.979 no fue un día más para el mundo fierrero de Entre Ríos. Aquella fría jornada, llegó a la ciudad de Viale el quíntuple campeón mundial de Fórmula 1: Nada más y nada menos que Juan Manuel Fangio.
El motivo de la visita fue inaugurar oficialmente el autódromo vialense que desde ese día lleva su nombre.
Aquella jornada tuerca, se disputó en el circuito vialense una fecha de la Fórmula 6 “Gran Premio Quíntuples Campeones”.
Durante ese fin de semana, llegaron al pueblo miles de personas de distintas provincias argentinas. Nadie quería perderse la visita de Fangio. Todos querían verlo, sentirlo, escucharlo.
En el Museo de Balcarce
El empresario local José María, quien promovió y auspició con su fábrica Supramar la llegada del quíntuple campeón, le obsequió por entonces una placa conmemorativa. Esa condecoración no quedó olvidada en un cajón polvoriento, sino que puede ser vista hasta el día de hoy. ¿Dónde? En el Museo “Juan Manuel Fangio”.
El Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio está ubicado en el centro de la ciudad de Balcarce (provincia de Buenos Aires), a pocas cuadras de la casa donde nació el mejor piloto de todos los tiempos.
En dicho museo se puede ver una gran exposición, que cuenta con más de 50 automóviles y todos los trofeos del campeón mundial de Fórmula 1. Desde la reconstrucción del Ford A (1929) con el que debutó Fangio; el original de la Negrita que impulsó su destino a Europa; la Chevrolet 39, en la que corriera la Buenos Aires-Caracas; además de automóviles pertenecientes a amigos corredores del mismo, tales como los de Oscar y Juan Gálvez, entre otros.
Anécdota 1: El consejo que salvó una vida
Durante una de las charlas que Fangio mantuvo con varios pilotos entrerrianos en Viale, les recomendó en un momento: “Ustedes que corren en circuitos de tierra o circuitos que se están armando, cuando se despisten, agachen la cabeza. De ese modo, el alambre perimetral no les cortará el cuello”.
El piloto vialense Daniel María, quien escuchó atento aquel consejo de Fangio, pudo comprobarlo unos meses después. Corriendo en el autódromo de Concordia, el auto de María (Fórmula Entrerriana) despistó debido a una mancha de aceite. El vialense recordó automáticamente la recomendación de Fangio y agachó de inmediato la cabeza. El resultado: el alambre rozó y raspó todo el casco, pero no alcanzó a lastimar al piloto.
Anécdota 2: Te llevo una vueltita
Unos meses antes de la visita a Viale, José María viajó con su hijo a Buenos Aires, para invitarlo personalmente a Fangio.
Luego de la reunión, el quíntuple campeón se ofreció para llevarlos una vueltita por Capital Federal en el Mercedes Benz, propiedad de Fangio.
Paseando por Capital en un vehículo al mando de… ¡¡Fangio!! El histórico piloto de Fórmula 1 los llevó por el Obelisco, plaza de Mayo, algunos estadios de fútbol y otros lugares representativos.
En un momento, les dijo mientras levantaba su mano y la llevaba cerca del espejo: “Fíjense que no me tiembla ni siquiera un dedo. Esto es porque jamás tomé alcohol ni fumé. Los pilotos y todos los deportistas que se cuidan y se preparan, son los que triunfan. Para el público puede ser una gran alegría, pero para uno es todo un sacrificio”.



