En su gira política que apuntaba a llegar a la presidencia en 1973, el dirigente radical Ricardo Balbín tuvo su momento de angustia y desesperación en la ciudad de Paraná.
Fue cuando tuvo que atravesar en una jornada de intensísima lluvia el desbordado arroyo Las Tunas (ubicado sobre Avenida Almafuerte, en el acceso a la capital entrerriana).
La fuerte tormenta que se había desatado aquella madrugada, provocó el desborde del arroyo. Y fue justamente en ese momento cuando Balbín tuvo que atravesar el curso de agua con su comitiva el 1° de marzo de 1973. Iban camino al aeropuerto.
Eran épocas de mucha militancia y participación ciudadana en todos los espacios políticos. Según contó la revista Gente por entonces, el día previo Balbín había encabezado un acto para 7 mil personas en la ciudad de Paraná.
Había una cola tremenda de autos y camiones en ese momento. El paso era lento, lentísimo. Pero ya no se podía retroceder porque hacia atrás también había numerosos coches parados. Tampoco detenerse al costado, porque todo era agua.
Mientras atravesaban el puente, el agua comenzó a ingresar por los vehículos. La correntada era más que peligrosa, y arrastraba con ella árboles, basura, chapas y ramas por doquier. La situación era límite.
La comitivita de Balbín estaba integrada por tres vehículos (un Falcon, un Jeep y un Valiant). El candidato a la presidencia viajaba junto a su esposa y el chofer.
Según pudo reconstruir NuevaZona, excepto el coche de Balbín, los otros dos vehículos fueron arrastrados por la corriente. La mayor parte de los ocupantes de los autos pudieron ser rescatados en medio de gritos, angustia y desesperación. Pero no todos. El cuerpo de Juan José Pomés, dirigente radical y amigo de Balbín, fue encontrado al día siguiente a más de dos mil metros del lugar donde cayó. Una tremenda tragedia que enlutó la visita radical a la capital entrerriana. Su cuerpo sería llevado a sus familiares en Buenos Aires al día siguiente para ser sepultado en aquella provincia.
Quien ayudó al rescate de Ricardo Balbín y su esposa fue el vialense Luis Roberto Wagner, quien volvía de Paraná en el momento mismo que desbordó el arroyo Las Tunas.
Wagner, junto a otros vecinos, tendieron una soga desde tierra firme hasta donde estaba el coche del dirigente radical. Así, lograron rescatar a Balbín, su esposa y al chofer de ambos. Los tres acababan de ser salvados de una situación extrema que podría haber sido fatal también para ellos.