Un trabajo silencioso; una tarea ardua, no siempre valorada y en uno de los puntos más alejados de la ciudad. Ésta sería una breve, brevísima, descripción del rol que cumplen las chicas y muchachos de la Planta de tratamiento municipal de residuos.
Ubicada en Avenida Rosa Benintende de Salamone al final, y a escasos metros del cementerio, la Planta de tratamiento recibe por día 3 mil kilos de residuos que arrojamos los vialenses al canasto de nuestro frente.
Y así como en este mismo medio hemos hablado del rol fundamental que cumplen los recolectores, hoy será el turno de las mujeres y hombres que dedican buena parte de su día (y de su vida) a separar y clasificar los residuos. Sobre ellos y en homenaje a ellos será esta nota.
¿Qué materiales llegan a la Planta para ser separados y vendidos? Hay de todo y para todos los gustos. Veamos y pasemos lista.
Los vialenses dejamos frente a nuestras viviendas diversos materiales: cartón, botellas de aceite, tetra brik, cristal, plástico, soplado, latas de conserva, nylon, latitas de aluminio, desodorante de aluminio, aluminio duro, cobre, bronce, plástico bazar, vidrio, botellas tomateras, papel blanco, papel de diario, chatarra y hasta motores. También, claro está, los restos de comida (denominados residuos orgánicos)
Una buena parte de todos esos residuos (más del 80 por ciento), será recuperado, clasificado y organizado en pilas, contenedores y bolsones ubicados dentro y fuera del galpón. Así, cada dos meses, enormes transportes los llevarán a ciudades como Paraná, Santa Fe, Rosario y hasta Mendoza.
Violeta Acosta, encargada de la Planta, contó a nuestro medio que allí desarrollan su tarea 13 trabajadores durante la mañana y la tarde. “Por semana, llegan a la Planta 18 camiones, y todo el material que transportan esos 18 vehículos son tratados en nuestro predio”, señaló.
Mauro Enrique, Director de Servicios y Ambiente del Municipio, explicó que –por día- llegan a la Planta unos 3 mil kilos de residuos.
Generalmente se consiguen compradores para todos los materiales que salen de la Planta. Sin embargo, este último tiempo ha habido cierto inconveniente para lograr vender el nylon (las tradicionales bolsitas que entregan numerosos comercios). “Pero si no las juntamos, esas bolsitas andarían dando vuelta por toda la ciudad”, aclaran en la Planta.
También se junta y separa lo que arroja la gente en sectores no habilitados, o lo que recogen los tractores en su recorrido por las calles de la ciudad.
El total de la ganancia de cada venta se distribuye entre todos los integrantes de la Planta. Ello significa un incentivo al trabajo y un estímulo a la tarea realizada por cada operario. Operarios que si bien se encuentran en uno de los puntos más distantes de la ciudad y su tarea no es del todo reconocida por la sociedad, forman parte del último (y fundamental) eslabón en el circuito de los residuos.
Fabricio Bovier
(Agradecemos la buena predisposición de todo el personal de la Planta de tratamiento de residuos)