(Opinión)

En Viale existen muchos pozos de agua. Por citar algunos casos, hay uno en el cementerio, que es utilizado en el bombeo de agua para regar los floreros de los nichos, panteones y bóvedas.

También podemos encontrar antiguos pozos de agua en los campos que funcionaban como aljibe, pozos de agua artesanales, incluso en algunos campos con molinos de viento y motores eléctricos.

Hoy nos encontramos en algunos campos con pocas precipitaciones y un alto nivel de humedad que permiten que la seca de los cursos de agua pase desapercibida.

Pero también nos encontramos con pocas precipitaciones y sin humedad.

-En el año 1986, quienes tenemos algunos años vividos en Viale, conocimos a don Herminio Ludi,

¿Quién no pasó un domingo por la noche por su domicilio a anotarse para viajar a Paraná al día siguiente a las 8:30 hs?

En uno de esos viajes, me comentó don Herminio, tiempo atrás había presentado un proyecto muy ambicioso. Consistía en hacer pequeñas represas para contener el agua. De esta manera, en época de sequía podríamos utilizar el recurso para riego de plantaciones, o incluso para  la piscicultura. Lo asombroso de este comentario es que se retrotraía a los años 60. Me contó que mientras fue Diputado, uno de sus sueños era instalar el sistema de riego mediante canales que actualmente se utilizan en los viñedos de Mendoza.

Por aquellos años, yo había terminado la primaria y en base a mi curiosidad por el tema, le pregunté inocentemente: “¿Por qué no se aprobó su proyecto?

De inmediato, y con lágrimas en los ojos, me dijo: “Intereses mezquinos de políticos y personajes que no tienen una visión de futuro».

Wow, me impresionó con la respuesta. Quizás parezca sólo un comentario, pero don Ludi  tenía mucha razón.

Aquel hombre con algunas canas, de mirada analítica y pensante, había dejado en un joven la impronta de la importancia del agua.

Ahora, y regresando a la actualidad, ¿quién no fue a pescar al Prati? ¿Quién no fue a bañarse a ese arroyo? ¿Quién no fue a comer moras al Prati? ¿Quién no llevó la gomera o el aire comprimido a probar suerte allí? ¿Quién no vio un Prati crecido y la correntada llevando todo lo que encontraba a su paso?  ¿Quién no llevó a su enamorada o enamorado al lugar?

Quien no se cortó con alguna lata o vidrio en su costa? Y así pudiéramos seguir con el resto de otros arroyos que rodean la ciudad de Viale.

Para finalizar, ¿No se podría haber evitado la sequía de nuestra tierra con la cantidad de arroyos y pozos naturales que tenemos?

Les dejo una pregunta abierta, donde cada uno de los vialenses podrá terminar este texto a su manera y con su impronta.

Profesor Rubén Peresutti

DNI 23.187.447.

Neuquén, Argentina

3 de diciembre de 2020