Un día, durante la escuela secundaria, el profesor les pidió a los alumnos un trabajo de carácter libre. Gustavo no sabía muy bien por dónde comenzar. Hasta que se le ocurrió algo. Realizaría el tallado de una cabeza humana en una hoja de palma de las grandes. Y lo hizo.
Aquel trabajo escolar, casi sin pensarlo, fue el puntapié inicial de una serie larga (larguísima) de esculturas que realizó durante años y que hoy continúa.
Tiempo después del trabajo en la palma, realizó un Cristo tallado en madera de paraíso. Luego vendrían esculturas de hierro y al año siguiente, el muchacho ya estaba embarcado en esculturas grandes, muy grandes, de hierro y cemento.
Sin embargo, eso que comenzó como hobby y que podría transformarse en una salida laboral, chocó contra la difícil realidad de los artistas en pueblos pequeños o zonas rurales. Gustavo vive en El Ramblón y no es sencillo abrirse camino cuando uno está alejado de los grandes centros urbanos.
Pero Gustavo no se quedó con esa y siguió…
Tanto siguió, que durante estos años ha realizado numerosas esculturas y trabajos. Entre ellas, un león, que un día se lo ofreció al Municipio. «Quedaron en contestarme», cuenta. Pero la respuesta nunca llegó.
También ha realizado bustos humanos, figuras de animales en cemento y hasta chimeneas con formas de fieras salvajes. Además, numerosas esculturas en hierro que hoy son exhibidas en el frente de su casa y que pueden apreciarse desde Ruta Nacional 18.
Los materiales que utiliza Gustavo son desechos que iban destinados sin vueltas al basural. Restos de autos abandonados, chapas en desuso y también hierros antiguos de construcción. Elementos todos que figuran en su lista de materiales.
Hace varios años, el muchacho ganó un concurso para construir el monumento a la rosa. El certamen tuvo su origen en una iniciativa de la Sociedad de Escritores Vialenses (SEVIAL) donde se eligió la flor de la ciudad. Beltzer resultó ganador y desde hace ya varios años, su escultura se encuentra en la plazoleta de Avenida San Martín, entre 24 de Septiembre y 3 de Febrero.
«Durante años he tenido la expectativa de poder realizar trabajos de grandes proporciones para la ciudad de Viale, pero hasta ahora no se ha logrado», explica.
«Si hubiese tenido la suerte de autosustentarme con el arte, lo hubiese tomado como una profesión. Es algo que me gusta mucho, pero que hasta el momento no se me dio».