Al salir del agua, dijo unas pocas palabras. Su emoción era tan fuerte que lo que su voz podía pronunciar en ese preciso instante era apenas unos escasos vocablos. Pero lo dijo: «En honor a mi viejo y a los héroes». Luego, casi de inmediato, se enfundó en una frazada buscando recuperar algo de calor y energía. Maxi acababa de culminar la travesía acuática «Héroes de Malvinas».

Ni el agua helada, ni el viento, ni las fuertes olas, ni el frío. Nada. Nada fue impedimento para que 21 nadadores (entre ellos Maxi) llevaran adelante una travesía acuática en homenaje a los héroes de la guerra.

Maximiliano Rodríguez (de él se trata esta historia) es hijo del vialense Abel Rodríguez, veterano de Malvinas. Maxi integra el Batallón de Infantería de Marina Número 5, de Río Grande.

El último 2 de abril, en una travesía acuática, el muchacho homenajeó a los héroes de las Islas. Lo hizo junto a otros 21 nadadores que enfrentaron el frío del mar en honor a quienes intervinieron en la guerra de 1.982.

Al igual que el resto de los nadadores, Maxi salió con mucho frío de ese mar casi helado en la ciudad de Ríos Grande. Sin embargo, el calor que sentía su alma pudo hacer frente a las condiciones extremas del clima.

Y ni bien pisó suelo firme, el muchacho únicamente dijo: «En honor a mi viejo y a los héroes de Malvinas». Pese a que su padre se encontraban a miles de kilómetros, la fuerza de aquellas palabras se escucharon muy pero muy fuerte en Viale, donde viven sus padres Abel y Mimi.

Porque hay palabras que, aunque algunos no lo crean y contra toda posible lógica, pueden escucharse a 3.198 kilómetros de distancia.  (Fabricio Bovier)