(Hoy, la historia del ilusionista Ruffo Flor: El mago que deleitaba a los chicos y hacía enojar a los grandes. Recopilación de Gustavo Gieco)
En la esquina de San Martín y 3 de Febrero, de Viale, hubo varios negocios a lo largo de la historia. Entre otros, allí estuvo la panadería de Gerónimo Ramírez y posteriormente el comercio «Los Bianchetta».
En el rancho que está ubicado sobre Avenida San Martín, Arturo Fluck fundó la primera relojería de Viale. Este hombre era el abuelo de Arturo Vergara.
Entre los años 1.928 y 1.930, en una piecita ubicada en la parte trasera de ese rancho, vivió Ruffo Flor, un mago ilusionista de primer nivel.
Vivía en Viale, pero de tanto en tanto se iba a trabajar con los circos, por lo que estaba un tiempo afuera y luego regresaba.
A continuación, algunos trucos que pudo rescatar Gustavo Gieco por parte de varios testigos:
-En un baile, a un muchacho muy pintón le dijo: «Para qué se viste con tanta facha, si tiene medias de bolsa de arpillera». El tipo, muy enojado, le respondió a Ruffo Flor que era un irrespetuoso y un montón de cosas más.
«Está bien», aclaró el mago. «Pero sáquese las botas y veremos qué tipo de medias lleva puestas».
El muchacho se sacó las botas para demostrar que lo que estaba diciendo el mago eran mentiras. Sin embargo, grande fue la sorpresa de todos cuando comprobaron que las medias que llevaba puestas eran de bolsa de arpillera.
-Le quitaba la pelota a los gurises que jugaban en los potreros y se las cortaba en varios pedazos y le sacaba monedas de diez centavos de adentro. Después le devolvía la pelota sanita.
-Entraba a un almacén y acercaba la mano a un frasco cerrado de aceitunas. Sin abrir el envase, le mostraba a la gente que sacaba una aceituna, se la comía y escupía el carozo.
-Tragaba una moneda y se la sacaba por atrás de la rodilla.
(«Historias de pueblo» se publica en la Edición Papel de NuevaZona. El próximo viernes 18 de enero se publicará: «El año que en Viale no llovió durante once meses»)