Según la pormenorizada recopilación de Gustavo Gieco, en el año 1935 no llovió durante once meses, lo que casi sin lugar a dudas ha convertido a ese período en el más seco de los últimos cien años. Al menos, de lo que se tenga registro.

Durante once meses no llovió prácticamente nada. «En todos los palos de teléfono, se encontraban caballos muertos de hambre. Los animales, por su tremenda debilidad, se recostaban a los palos de teléfono para sostenerse, hasta que se caían y se morían«. Recordemos que la línea telefónica ya había llegado a la zona de Viale en 1.932.

La investigación de Gieco da cuenta que por entonces «había osamentas de animales desparramados por todos lados».

Pero como generalmente ocurre, tiempo después de una gran sequía llega una gran inundación. Y así fue. En el año 1.940 llovió todo el año. «Fue cuando se corrió la carrera de autos denominada «Premio Extraordinario», que ganaron Oscar y Juan Gálvez.

Viniendo desde Paraná, los coches entraron a Viale por el acceso principal de entonces, es decir, la entrada vieja de Avenida San Martín. «Pasaron por Viale sin parar y siguieron hacia Villaguay por el camino viejo».

«Los caminos quedaron un desastre, prácticamente no se podía andar más. A esta carrera la terminaron antes de lo previsto, precisamente por el estado intransitable de los caminos».

«Yo le escuché decir a mi padre» -cuenta Gustavo- «que en la zona del Ramblón, a los autos de carrera los sacaban del barro a la cincha con caballos.

(Artículo publicado el viernes pasado en la Edición Papel de NuevaZona. En la próxima edición, más «Historias encontradas”)

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