62 años atrás, no había muchos lugares donde conocerse. Excepto algún baile y la misa. Y fue precisamente en algún baile y la misa donde se conocieron.
Esta historia trata sobre Cholo y Dora y un largo camino de 62 años juntos.
Isidoro Lorenzo Borgetto Clariá nació el 4 de abril de 1928 en ejido Seguí. Dora Elena Chiardola Fenoglio nació el 2 de diciembre de 1934, también en el ejido Seguí.
Se casaron un 4 de febrero de 1956, en una jornada de diluvio y caminos de tierra. Vivieron casi treinta años en el campo, hasta que un día se vinieron a vivir a Viale.
Desde siempre tuvieron actividades ligadas al ámbito rural. Cholo se dedicó a la agricultura, avicultura y tambo. Durante trece años, fue el lechero que a diario y sin importar si llovía, hacía frío o calor, repartía leche en cientos de casas de Viale y zona. Siempre, pero siempre, apoyado por Dora.
«Momentos difíciles hemos tenido, obviamente que sí», reconoce Cholo hoy. «Pero siempre seguimos juntos, en las buenas y las malas», aclara de inmediato.
«Los años que resultaron un poco bravos fueron cuando nuestros hijos eran chiquitos», explica ella. En el campo teníamos gallinas, huerta, granja, tambo, hacíamos el pan. Y no era sencillo con los niños pequeños», agrega.
«Siempre tratamos de ver lo positivo en el otro», cuenta él. «Y la meta es vivir el uno para el otro», comenta de inmediato Dora.
Aquella historia que los unió en 1956 dio sus frutos: Cholo y Dora tienen 6 hijos, 19 nietos y 4 bisnietos.
Cuando uno le pregunta la fórmula para estar tantos años juntos, dos palabras surgen de inmediato y casi a coro: respeto y tolerancia.