Jeans azul, buzo claro con rayas y zapatillas de lona color verde. Así vestía aquel 16 de diciembre de 2.003 Evangelina Soledad Albornoz. Se trata de una joven con capacidades diferentes que permaneció desaparecida hasta el mes de marzo de 2.004.
Durante más de noventa días, nadie (al menos en nuestra provincia) supo nada de la chica, pese a la búsqueda de la policía entrerriana y de varios organismos provinciales.
Sole se había perdido aquella mañana de finales de 2.003, mientras se encontraba junto a su mamá en la ciudad de Paraná.
Finalmente, y después de mucho batallar, largas búsquedas y continuas gestiones para dar con su paradero, la joven pudo reencontrarse con su familia. Hoy, a 14 años de ese tremendo hecho con final feliz se conocen algunos detalles, que aquí compartimos.
No bajar los brazos
«Fueron más de tres meses durísimos», me cuenta hoy Eva, mamá de Sole. Yo sabía que iba aparecer con vida, tenía esa esperanza de toda madre. Pero estábamos desesperados. Nos decían que habían visto una chica parecida en tal lugar y hacia allí íbamos. Y nada. Después nos llegaban datos de alguien con rasgos supuestamente similares a Sole. Y otra vez nada. Pero nunca perdimos la esperanza. Nunca bajamos los brazos», explica.
Eva sabe eso de no bajar los brazos. Buscó por cielo y tierra a su hija. Jamás se quedó quieta; enfrentó versiones malintencionadas sobre la nena y fue a cada lugar donde surgían pistas, que luego resultaban descartadas. Se tejieron rumores falsos que sólo agregaron confusión, malestar y mucho dolor (en medio de tanto dolor) a los familiares.
Apoyos
Día y noche, Eva seguía buscando, llamando, recorriendo, insistiendo. Aquí, allá y más allá también. Un día se cruzó con unos chiquitos de Paraná, hijos de cartoneros. «La vimos, señora», le dijo uno de los nenes. «Se subió al colectivo en la placita de los Bomberos», le explicó el niño. Ese comentario se acababa de convertir en una de las primeras pistas que finalmente resultó correcta. Sole había subido a un micro con destino a Santa Fe en la plaza de la capital entrerriana.
Es justo destacar también que numerosos vecinos y entidades prestaron gran colaboración con la familia Albornoz. «La Doctora Castilla Mira estuvo siempre a nuestro lado, brindándonos su apoyo. Como ella, también hubo mucha gente que nos abrió sus puertas. Quien en ese momento era titular del INAUBEPRO (Gustavo Zavallo), fue uno de los funcionarios que siempre prestó colaboración», explicó.
Zavallo había puesto a disposición de la familia Albornoz diversos instrumentos del gobierno entrerriano para trabajar en la búsqueda de la chica.
Otras de las personas que colaboraron desinteresadamente fueron la entonces Senadora Teresita Ferrari de Grand y Bety Portillo.
«El señor Herminio Ludi también colaboró constantemente, repartiendo en Santa Fe numerosos afiches con el rostro de Sole para quien pudiese aportar datos», cuenta Eva.
Cómo apareció
Así como la pista que le brindaron los hijitos de los cartoneros resultaron ciertas, hubo otro gesto que también resultó fundamental. Fue un humilde chico vendedor de diarios, quien aportó la pista final para dar con la chica perdida.
Algunas semanas antes, don Herminio Ludi había dejado uno de los afiches con la foto de Sole en el puesto de diarios del muchacho. Herminio conocía hacía bastante tiempo a ese diariero.
El 25 de marzo al mediodía (más de tres meses después de la desaparición), el canillita leyó algo que lo sorprendió: Ese día, el diario El Litoral publicó la foto de la joven, pidiendo colaboración a los lectores para poderla identificar. La nota explicaba que la chica se encontraba en el Hospital Psiquiátrico y buscaban a posibles familiares.
El diariero no lo dudó un instante. Recordó enseguida la cara del afiche que don Herminio había dejado en su puesto de diarios. «Es ella», se dijo para sí. «Es ella». El muchacho estaba en lo cierto.
El resto es conocido: Ese mismo día, una delegación de la policía entrerriana ya estaba en el Hospital santafesino, realizando las gestiones para traer a Viale a la joven.
Finalmente, Sole pudo reencontrarse con su familia. «Hoy, a la distancia, sigo siendo una enorme agradecida con toda la gente que nos dio su apoyo en un momento tan duro», me cuenta Eva. Estamos sentados en la cocina y quien la escucha es Sole, que no se despega de su lado.
…
Qué dijo el Hospital santafesino sobre la presencia de la joven en el lugar
Según un informe del entonces Hospital Psiquiátrico de la ciudad de Santa Fe (documento al que tuvo acceso en forma exclusiva NuevaZona), la joven fue llevada hasta el nosocomio por personal policial el mismo día que se perdió en Paraná. Increíble, pero real. En Entre Ríos se buscó durante más de noventa días a una chica que había llegado a ese hospital el mismo día que se perdió en la capital entrerriana. De nuevo: Increíble, pero real.
Los profesionales del hospital señalaron en dicho documento que «la paciente Albornoz, ingresada a esta institución Hospital Dr. Mira y López de Santa Fe el día 16 de diciembre de 2003, traída por personal policial de la Seccional 4º; la misma fue encontrada deambulando en la calle. Debido a que no aportaba ningún dato personal, es trasladada a esta institución. Ingresada por guardia. Se la interna dejando constancia que presenta retraso mental y solicita se localice a familiares. Durante las entrevistas realizadas no se precisa su nombre, no reconoce donde vive ni edad. Se realizó identificación policial, no se obtuvo datos de la misma».
«Durante todo este tiempo de internación, la paciente permanecía muy tranquila, colaboradora, adaptándose al lugar de manera favorable. Debido a que no se presentaba ningún familiar a reclamar por la paciente, se decide publicar en el diario local la foto de la misma, a los fines de tratar de lograr que aparezca alguien que la conozca».
«En horas de la mañana se presenta personal policial de Paraná, quienes aportan los datos reales de la paciente», señalaba el documento del Hospital santafesino.