Un grupo de mujeres a las que un día les diagnosticaron cáncer, se sumaron a un espacio de reflexión, oración y ayuda. Cuando recibieron la noticia de la enfermedad, muchas de ellas se enojaron con la vida. Sin embargo, luego del primer golpe decidieron mirar para adelante, fortalecer sus esperanzas  y aunar fuerzas. Y lo lograron

 

Señales

-Tres mil. Hay tres mil -le dijo el Oncólogo a Valeria.

Faltaban. Valeria sólo tenía tres mil glóbulos blancos y debía llegar a 3.500 para hacer la quimio.

-Mi nutricionista, Analía Fucks, me explicó lo que debía hacer para estimular la médula y aumentar los glóbulos. Con esa explicación, sumado a las oraciones de este grupo y al apoyo espiritual, la cosa cambió increíblemente -cuenta ahora, más tranquila, Valeria.

El cambio al que hace referencia es en verdad sorprendente.

«En sólo tres días, de tres mil pasé a diez mil. Hasta mi Oncólogo se sorprendió cuando vio los análisis. No lo podía creer», explica  Valeria, mientras comparte una pasta frola junto a un grupo de mujeres.

-«¿Son tuyos estos resultados? Prácticamente, ahora tenés glóbulos para regalar -le dijo el médico.

Hay cosas que muchas veces no encuentran una explicación razonable. Y lo que para algunos puede resultar una cuestión fuera de toda lógica, para ellas son señales.

 

Tiempo de reflexión

Desde  hace cinco meses, un grupo de mujeres que enfrentan hoy o han sobrellevado tiempo atrás un cáncer, decidieron reunirse, charlar, encontrarse.          En fin: compartir experiencias y apoyarse.

Al principio eran cuatro las que semanalmente se reunían en la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, con el acompañamiento fundamental del Pastor Carlos Brauer.

Hoy ya son ocho las que han encontrado en este espacio un tiempo necesario de reflexión y de parar la pelota. El grupo se denomina «Las peregrinas». Usan pañuelo color naranja y una flor del narciso, como símbolo de su lucha.

La flor del narciso significa renacimiento, nuevos comienzos y vida eterna. También simboliza la alegría y la felicidad.

«Cuando te dicen: ‘tenés cáncer’, es un cimbronazo fuerte y un golpe duro. Y después del llanto, el pataleo, el enojo y todo lo que cada una ha vivido, es ponerse de pie y luchar. Y aparecen dos alternativos: O dejas que la enfermedad tome el timón, o vos tomas el timón de la enfermedad», explica Valeria. Y su fortaleza, como el del resto del equipo, asombra.

 

Escuchar  a todos

Allí donde algunos ven cosas ilógicas, las peregrinas encuentran su explicación en la fuerza que les da el poder de la oración, el apoyo mutuo y el compartir experiencias.

«El grupo está abierto a recibir todo tipo de información y, después, cada uno elije. Aquí han venido a dar charlas profesionales de distintas especialidades y luego de esas charlas, cada persona decide hacer ese tratamiento o no, ya que cada uno es libre. La idea es informar todas las posibilidades desde el punto de vista profesional y luego cada uno elije lo que cree más conveniente para su salud», explica el Pastor.

«Dios quiere lo mejor para nosotros. Y los profesionales son una herramienta que Cristo nos da. Por eso apoyamos el trabajo de los médicos. Y a ese trabajo profesional, lo fortalecemos desde nuestro grupo a través de la oración y la fuerza que nos damos entre todos», señala Brauer.

«Nuestra función como grupo es fortalecernos, pero también estar abiertos al asesoramiento profesional de cada especialista», agrega Valeria.

 

Peregrinar

No son caminantes, pues el caminante va a cualquier lugar sin un destino fijo. «Son peregrinas, ya que saben hacia dónde van y cuál es su objetivo final», cuenta Brauer.

«Como en todo peregrinar, estas mujeres encuentran estaciones o paradas donde se las apoya, se les brinda asistencia, se les da agua. Son peregrinas con una meta clara que es la sanación; y en ese peregrinar nos fortalecemos para fortalecer a otros  y que esas personas puedan llegar también a la meta», explica el religioso.

 

Ponerse de pie y marchar

Hay personas que ni bien son diagnosticadas con la enfermedad, lo asumen de manera rápida. Pero hay otros que lo niegan o que les lleva más tiempo aceptar el diagnóstico. Daniela fue una de ellas. «A mí me detectaron el cáncer en mayo de este año, pero me llevó más de un mes y medio aceptarlo. Yo lo negaba totalmente y me costó mucho contarlo. Estaba enojada con la vida y al principio sólo lo sabía mi mamá, mi hermana y mi esposo. Ni a mis amigas, ni mis compañeras del trabajo se lo podía contar; yo tenía una negación del problema», cuenta Daniela.

Así lo explica el Pastor: «La negación forma parte del duelo. Lo terrible sería pasar por una situación así y no hacer el duelo, ya que al duelo hay que hacerlo. Hasta que uno no toca fondo y te lloras todo o lo verbalizas, no te podés poner de pie. Una vez que eso ocurre, llega el momento de decir: ‘Peregrino, ahora llegó el momento; ahora  nos ponemos de pie y a marchar».

 

Agradecer la vida

«Cuando te dan la noticia, uno asocia de inmediato lo peor y se te cruzan muchas cosas por la cabeza. Lo primero que se te viene a la mente son tus hijos y tu familia», cuenta Sol, a quien le diagnosticaron cáncer de mama en febrero de este año.

«En ese momento se te viene todo junto a la cabeza. Por eso, lo primero que me di cuenta es que debía agradecer a Dios cada nuevo día y el hecho de estar viva. Antes, yo casi no agradecía la vida, pues lo daba por sentado; como si la vida fuese algo que sí o sí tenía que ocurrir. Luego de esa noticia,   aprendí a valorar las cosas más simples y que antes no le daba bolilla. Aprendí a  agradecer el hecho de estar viva, valorar a mi familia y a ver la vida de otra forma», explica Sol.

 

Cuestiones prácticas

En el grupo no todo es espiritual. Además de la oración y compartir experiencias, las peregrinas también funcionan como espacio canalizador de cuestiones prácticas. Así, por ejemplo, figuran en la agenda cotidiana del grupo tareas básicas sobre cómo realizar una gestión en la obra social, o dónde solicitar asesoramiento para un tratamiento determinado.

 

Amar la vida

Cuando a Eugenia le diagnosticaron cáncer de mama decidió redoblar la apuesta. Si bien la noticia fue dura, durísima, ella sabía que podía superar la situación. Así, con voluntad y siempre mirando hacia adelante, decidió sumar a su historial de carreras el desafío más grande: Participar del Raid de los Andes Columbia, una competencia de 60 kilómetros en geografías inhóspitas del norte argentino.

Junto a Mariano, su esposo, pudieron llevar adelante la prueba. Fue exactamente un año después de recibir el diagnóstico de cáncer.

«El peregrino anda, se cae, se levanta, se lastima. Pero siempre con un objetivo claro que es la sanación y estar en paz con nuestro cuerpo y nuestra alma. Somos mujeres que amamos la vida y transmitimos esperanza. Nos reunimos para fortalecernos y fortalecer a los demás». Lo dice Eugenia y la frase pinta de cuerpo y alma  el pensamiento de todo el equipo.

 

 

QUIENES SON LAS PEREGRINAS…

-Daniela, 44 años. Este año le detectaron cáncer de mama; la operaron en abril y luego continuó con tratamiento de rayos.

-Laura, 57 años. Tuvo cáncer por primera vez hace diez años. Se hizo tratamiento de rayos y quimio. Ahora le volvieron a detectar nuevamente la  enfermedad, por lo que está con quimioterapia.

-Graciela, 52 años. Le detectaron cáncer en el ovario y le extirparon un quiste hace dos años, por lo que hizo tratamiento mediante quimioterapia.

-Sol, 36 años. Le diagnosticaron cáncer de mama en febrero de este año y en marzo le practicaron una cirugía. Hoy continúa con quimioterapia.

-Elizabeth, 50 años. Le detectaron cáncer de piel y se encuentra actualmente en tratamiento.

-Hilda, 52 años. Le diagnosticaron cáncer de mama en 2.009 y la operaron ese mismo año. Luego continuó con quimio y rayos. Ahora debe realizarse controles una vez al año.

-Valeria, 40 años. Hace cuatro meses le diagnosticaron cáncer de mama. Hace algunas semanas le realizaron una mastectomía

-Eugenia, 43 años. En 2015 le detectaron cáncer de mama, por lo que también le hicieron una mastectomía. Recibió tratamiento de quimioterapia y rayos.

 

(Informe publicado en la Edición Papel de NuevaZona el viernes 11 de noviembre de 2016)

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