Como integrantes del consejo de la Unidad Básica María Grande nos hicieron llegar la siguiente nota, la vicepresidenta Alina Quero, la tesorera Luciana López y la presidenta de la mesa SUMAR Daniela Paira.

“Para ver la pobreza y la miseria no basta con asomarse y mirarla. La pobreza y la miseria no se dejan ver así tan fácilmente en toda la magnitud de su dolor, porque aun en la más triste situación de necesidad el hombre y más todavía la mujer saben imaginárselas para disimular, un poco al menos, su propio espectáculo. […]“La Razón de mi Vida”.

Eva emitió muchas críticas a esa sociedad en la que ella creció, a algunas creencias de quienes tenían un presente aliviado,  al análisis sesgado de la oligarquía por no vivir la realidad que vivían quienes carecían de los recursos necesarios para subsistir de buena manera.  Hoy nos encontramos con una realidad que parece haber sucedido hace mas de 70 años, una población de mirada superficial, apática de lo que le sucede al de al lado, una sociedad interesada en salvaguardar sus mezquindades y poco proactiva a colaborar con las necesidades de esos que simplemente están ahí, a dos pasos de esa mirada por encima del propio hombro.  Estamos convencidas que Eva buscaba  cortar con el romanticismo de la pobreza para poder visualizarlo, comprenderlo y erradicarlo de la sociedad, levantar su legado y militarlo es nuestra tarea de hoy.

Por su parte Alina Quero nos decía. “Soy una persona nueva en la política, estoy  haciendo mis  primeros pasos dentro de la participación social. Yo siempre observe la figura de Eva con mucha admiración,  fue una mujer que se enfrentó a muchísimas adversidades, pero pese a ello nunca bajó sus brazos. Proveniente de una familia numerosa, muy humilde, con una sociedad de mirada mucho más estructurada que la actual,  su infancia seguro no fue fácil, por lo que una lee en sus libros y escucha de sus historias, si algo existía en su vida eran necesidades.

Conociendo un poco de su historia una entiende la fuerza y la pasión de su lucha, esas ganas de darles dignidad a miles y miles de argentinos. La satisfacción de las necesidades de la gente humilde no tenía tiempo para seguir esperando, por eso había que dar respuestas urgentes. Esas respuestas hicieron que la amaran, la admiraran y que algunos  pocos que la odiaran.

Me sumé a participar porque en estos tiempos la participación sincera y desinteresada es más importante que nunca. Necesitamos el compromiso que nace desde el corazón, sin ambiciones personales, con la mirada puesta en el bienestar colectivo. Es momento de unirnos socialmente y trabajar juntos por un mundo más justo y equitativo

En lo particular creo en la buena voluntad de las personas, porque creo en el dialogo de los que piensan distinto, y en  el esfuerzo de todos,  solo así podremos salir adelante, hombro con hombro”.

Cuando Aulo Uzman (presidente de la UB)  la invitó a participar comenta Luciana, “la oferta fue irresistible, soy evitista desde el primer día, una mujer con un coraje enorme, una mujer comprometida, de convicciones, una mujer que no solo luchó por los descamisados de la patria, sino que además se puso al frente de la lucha con los sindicatos cuando  Perón estuvo detenido en la Isla Martín Garcia, aguantando desplantes, indiferencia,  insultos, golpes de los enemigos de su pareja. Una sociedad distinta a la de ahora, una sociedad que no veía bien la participación de la mujer en política, y menos la de una “actriz pobre del interior”. Una sociedad acostumbrada a las damas de beneficencia, con esos peinados y tapados extravagantes que solo pretendían ocupar su tiempo y no dar una respuesta al conjunto de las necesidades de esa población.

Se puso al hombro el voto femenino para la Argentina, que no fue sencillo de conseguir, cada batalla que dio aumentó su fe en esa lucha, ¡bendita sea la lucha a que nos obligó la incomprensión y la mentira de los enemigos de la Patria!… ¡Benditos sean los obstáculos con que quisieron cerrarnos el camino, los dirigentes de esa falsa democracia de los privilegios oligárquicos y la negación nacional!

Eso que hoy nosotros vemos con total naturalidad, no se gestó en la calidez de los hogares, si no en la rigidez y en la frialdad de quienes no veían con buenos ojos la conquista de estos derechos cívicos. Las mujeres pasamos de ser espectadoras a elegir y a ser elegidas. Fíjate si cambió o no la historia.

Tenemos muchas esperanzas y desafíos con nuestro grupo de trabajo, no solo desafíos políticos, si no también sociales. Somos muchas mujeres jóvenes, entre los 30 y los 37 años que nos involucramos, que aportamos un mínimo grano de arena abandonando la imparcialidad social y el individualismo   de nuestras vidas  para ayudar a quien lo necesita y a formarnos para el fututo.

Por su parte Daniela Paira cuenta la experiencia del Merendero que se lleva adelante en la Unidad Básica. “Tenemos un grupo hermoso de trabajo, cada una cumple un rol que es importante para el funcionamiento. 20 gurises y gurisas se acercan semana a semana a compartir una merienda, una película, a fortalecer conceptos de la escuela.  Es necesario en estos tiempos que vivimos ablandar el corazón y dejar  mirar por encima del hombro la realidad que nos azota. Hemos formado un espacio donde no solo los niños se van felices si no que nosotras también”.  Termina cerrando la idea. Como decía Evita “los niños son los privilegiados de nuestra patria” y eso es lo que pregonamos como militantes sociales.

Levantar las banderas del peronismo y fundamentalmente las de Evita en estos tiempos no solo es un acto de rebeldía, si no que es un acto de amor.