Siempre lo soñó y mientras pudo, logró concretarlo. Se llamó “La Casa del Arte” y se convirtió -en su tiempo- en un revolucionario espacio de creatividad y referencia en toda la región.
Aníbal D’Agostino, de él se trata la historia, fue un soñador que no se quedó con su viejo sueño sino que un día creó (e hizo marchar) aquella recordada Casa del Arte en la céntrica Avenida San Martín.
Sin embargo, el 5 de septiembre de 1.998 y con sólo 40 años, Aníbal murió 40 años en un trágico accidente.
Con su partida, aquel viejo sueño de tener un espacio que diera cabida a toda expresión artística parecía quedar trunco.
Hasta hoy. Hasta este sábado. Cuando una vieja casona de calle 9 de Julio abra finalmente sus puertas oxidadas y llenas de historia. Cuando esas antiguas aberturas (hoy reacondicionadas) inviten a entrar, a compartir, a crear. A creer.
Sin dudas que allá, bien en lo alto, alguien estará de fiesta este finde, cuando la ciudad vuelva a tener un espacio para el arte. Bienvenida Sala de teatro independiente Abarajala. FB