(Escribe: Fabricio Bovier)
-24 de enero de 2020: Escucho en la radio sobre una nueva y rara enfermedad que preocupa en China. Su nombre me causa gracia cuando lo mencionan por primera vez: Al virus lo llaman de manera muy parecida a la marca de una cerveza cara que me regaló un amigo. Me quedo tranquilo: China está re lejos. Sigo escuchando radio.
-2 de febrero de 2020: Leo sobre nuevos casos en China; ahora los contagios se cuentan de a miles. Sigo pensando: Ese país asiático está lejísimo de aquí.
-Corre mediados de febrero y escucho en la tele que Italia comienza a preocuparse por el número significativo de casos de coronavirus. Me digo para mis adentros: Con Italia nos separa un pequeño charco llamado océano. Y sigo haciendo lo mío.
-Finaliza febrero y en el canal de noticias que mira mi vieja tiran los principales títulos: “Alarma en Europa por la rápida expansión del Coronavirus: Crecen sin pausa los números de infectados”. Trato de no darme demasiada manija, pero el tema ya comienza a hacerme ruido en la panza.
-3 de marzo: Escucho sobre el primer caso registrado en Argentina. Tengo que ser honesto: No le doy demasiada bolilla. Justo es el día de mi cumple; ando con la cabeza en cualquier lado y no tengo la mínima gana de pensar en enfermedades ni virus. Encima, el caso se da en Buenos Aires. Y Bs. As. me queda aún bastante lejos.
-15 de marzo. Es domingo y está atardeciendo. En el aire sobrevuela un extraño aroma a incertidumbre. El presidente Alberto Fernández anuncia la suspensión de las clases y el cierre de las fronteras por 15 días para minimizar la circulación del coronavirus. Comienzo a preocuparme y me digo para mis adentros: “Esto no es joda. Aquí algo está pasando”. En casa me piden: “Andá al súper; comprá arroz, fideos y papel higiénico. En el trayecto al supermercado pienso: “Voy a ser el único marmota comprando arroz, fideos y papel un domingo a la noche”. Me re-contra equivoco: En el súper hay colas para comprar arroz, fideos y rollos y más rollos de papel.
-Parte final: Este miércoles por la mañana, le hago una entrevista a Norma (una vialense que vive en Italia hace dos años). Con sabias palabras, me cuenta: “Aquí, al principio, la gente no le daba bolilla al tema y todos creíamos que las noticias eran una exageración. Nos equivocamos”, me explica Norma.
Ella sabe de lo que habla: Actualmente, Italia es el segundo país del mundo con más casos detectados y más muertes por coronavirus.
Antes de cerrar la nota, vuelvo a preguntarme y enseguida entro en razón. Casi sin darme cuenta y de un suspiro, pasé del “estábamos re lejos”, a ser partícipe necesario de una película de terror, de esas que te generan dolor hasta en las últimas partes del cuerpo donde no te llega ni el sol. Así, casi sin escalas.
Autor: FB
Foto: Infobae/Reuters