2017 es año de elecciones lo cual obliga a oficialistas y opositores a comenzar con la tarea de delinear el trabajo,orientado a tal fin; el oficialismo lo hace primordialmente con la gestión de gobierno, mientras que la oposición iza velas tratando de reunir la tropa para evaluar cómo se encuentran los ánimos luego de la derrota de octubre de 2015.

El mandado no es menor, si se tiene en cuenta que, al menos de forma pública, nadie se hizo cargo del resultado de los últimos comicios, aún así, y dada la coyuntura social y económica que atraviesa nuestro país, el peronismo de la ciudad ha comenzado a moverse en vistas de una nueva campaña electoral.

Si bien la sensación general en relación al gobierno nacional es de una marcada molestia, hecho que de por sí pareciera jugar a favor de la actual oposición local, los heridos producto de la última contienda electoral son muchos, y esta es una de las razones por las cuales se puede creer que podrían tener fundamentos las versiones que hablan de Unidad dentro del peronismo vialense para poder estar a la altura de las circunstancias, luego de casi 9 años que quedara dividido cuando el ex gobernador Jorge Busti pegara el portazo para alinearse con Sergio Massa y tras de él toda la militancia que congrega.

Esa es una las campanas que suenan por estos días.

La otra, es una demanda que se escucha entre labios y en voz baja en las reuniones donde se reúnen dos o más compañeros: hay que renovar los caciques y los candidatos.

Nombres no faltan, habrá que ver quien le pone el cascabel al gato y se anima a romper la hegemonía que lideró al peronismo de Viale durante 27 años.

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