A su patio lo disfrutaron (y disfrutan) cientos de chiquitos y adolescentes. Por sus aulas pasaron  (y siguen pasando) muchísimos niños y jóvenes. En su sala de juego jugaron numerosos gurises y adultos.

La Escuela Privada de Educación Integral Nº 16 “Pasitos al Futuro” tiene una hermosa historia y un futuro prometedor. Pero un presente muy duro. Demasiado.

AVANE, tal como muchos la conocen, tiene una historia cargada de solidaridad y nobles objetivos. Pero una actualidad que merece pronta respuesta. Un “hoy” con severos inconvenientes.

Paredes demasiado húmedas, una parte del techo con graves filtraciones, un grupo de sanitarios aún sin terminar, gastos corrientes que no se llegan a cubrir, y una larga lista de necesidades.

Un sueño que nació a principios de los años ochenta

En 1981, por iniciativa de un grupo de padres y vecinos interesados en brindar atención educativa a niños con discapacidad, se solicitó al Presidente del Viale FBC que les cediera dos salones y un patio para que comience a funcionar allí el primer Jardín, llamado “Nubecitas”,  equipado gracias a la ayuda de distintas personas.

Paralelamente en ese año, padres y profesionales conformaron la Asociación Vialense de Ayuda al Niño Especial (A.V.A.N.E.).

Debido al gran incremento de la matrícula, en el año 1982 la Escuela Nº 60 cede un aula. Y a partir de allí, se comienzan a realizar los trámites en el CGE, para la incorporación oficial de la Escuela.

El recordado empresario José María luego donaría el terreno, donde se construiría años más tarde el actual edificio escolar. La Escuela adoptó en sus inicio el nombre de la Doctora “Lidia Coriat”, que posteriormente fue cambiado a “Pasitos al Futuro” debido a un concurso realizado en la comunidad, con la intención de hacerlos partícipes de los inicios de la Institución.

En 1984, el CGE resolvió autorizar el funcionamiento de la Escuela Privada Especial Nº 16 “Pasitos al Futuro”. Finalmente, en 1985 se cumple un sueño: Se inaugura el edificio propio.

Que sea un derecho y no un gasto

En sus inicios, los docentes trabajaban ad honorem. Luego, el Consejo General de Educación sólo aprueba el funcionamiento de la institución con los cargos docentes y técnicos con los que se cuentan actualmente, pagando los sueldos de todo el personal.

Todo lo referente al mantenimiento del edificio escolar, servicios e impuestos y el pago de la ART  del personal, corre por cuenta de A.V.A.N.E. (además de los gastos propios del funcionamiento de la asociación).

Durante años, para afrontar dichos gastos, se realizó ventas de pasteles entre otras cosas, ya que desde su fundación se decidió no cobrar cuota a los alumnos para que la educación sea un derecho para ellos y no un gasto más dentro de todos los que tienen las personas con discapacidad.

Las urgencias del hoy

Las autoridades de la entidad educativa y su personal vienen agotando instancias que le permitan a la Escuela encontrar una salida a sus problemas actuales.

Así lo cuentan: “No queremos que estas cuestiones se agraven y que lo que con tanto esfuerzo han creado los fundadores de la Asociación se vea perjudicado o desaparezca”.

Para ello, por estas horas buscan padrinos y madrinas que ayuden a sostener el funcionamiento de la institución. Quienes lo deseen, pueden colaborar con un aporte monetario mensual, con materiales, o con lo que puedan.

Quienes lo prefieran, también pueden asociarse a AVANE, pagando una cuota mensual de $100. Para ello, deben contactarse con cualquier integrante de la asociación o a la Escuela.

AVANE es de todos. Y entre todos debemos darle hoy, más que nunca, la mano que necesitan.