“Sólo se podrían comer de forma segura dos raciones, o media ración, al mes” de pescados del río Uruguay.
Esto aconseja un estudio elaborado por un programa de monitoreo de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), a partir de los resultados que dan cuenta de las altas concentraciones de PCBs halladas en muestras tomadas en especies de boga, dorado, surubí y sábalo.
En ese informe técnico sobre distintos residuos contaminante, se reveló la presencia de distintos policlorobifenilos, compuestos aislantes que eran usados como refrigerantes y lubricantes en transformadores y condensadores eléctricos que, por su nivel de toxicidad y persistencia, fueron prohibidos en la década del ’80.
El estudio también registró en los tejidos de los peces presencia de plaguicidas como endosulfan, cuya aplicación es ilegal en la Argentina desde 2013. “De los 13 herbicidas analizados, sólo 4 (25%) de ellos fueron detectados al menos una vez en una muestra de músculo o de hígado (acetocloro, atrazina, metolaclor y metilmetsulfurón)”, señala el documento presentado en diciembre pasado y al que accedió ERA Verde. En cuanto a “metales no esenciales”, como cromo (Cr), plomo (Pb) y mercurio (Hg), se marca una baja de su presencia en relación a campañas anteriores, aunque las “muestras de Concepción del Uruguay presentaron los valores promedio más elevados”.
A fines de 2023 se presentó el informe anual correspondiente al período anterior del Subprograma Residuos de Contaminantes en Peces del Río Uruguay elaborado para la CARU. En el trabajo se da cuenta de la presencia de distintos productos nocivos relevados en muestras tomadas sobre la fauna íctica y cuyos resultados arrojaron resultados alarmantes. Esto es porque se detectaron substancias venenosas que persisten en los peces a pesar que, desde hace años e incluso décadas en algunos casos, se encuentran totalmente prohibidos en el país. Esta es una de las conclusiones a las que se puede arribar leyendo el estudio que también plantea la necesidad de continuar con los monitoreos sobre la evolución de la situación.
El informe conocido por ERA Verde se realizó en base a los relevamientos de las campañas de verano e invierno de 2022 que llevó adelante el mencionado Subprograma. El encargo proporcionó “información sobre la concentración de 138 sustancias diferentes en 96 muestras de músculo y 32 de hígado de 4 especies de peces colectadas en 4 localidades diferentes en dos momentos del año distintos. Ello representó conjunto de 17.664 datos que fueron ordenados, curados y analizados”, a partir de los cuales se desprenden los principales resultados del relevamiento.
(Fuente: Era Verde)