“Es su trabajo”, podrán decir algunos. “Hacen lo que les corresponde”, agregarán otros. “Todos los empleos tienen sus pro y sus contra”, rematarán algunos por ahí.
No importa. No importa lo que digan los iluminados de siempre, o los que se escudan en golpes bajos y el anonimato que brindan las redes sociales. No interesa. Sinceramente, no interesa.
La enorme tarea que realiza la gente de nuestro Hospital y personal de salud de toda nuestra ciudad (Clínica, Centro de Salud) es, lisa y llanamente, gigante. Muy.
Obviamente, no mencionaremos a nadie por nombre propio. Ellos lo saben. Claro que lo saben, porque día a día –madrugada tras madrugada- le ponen el lomo, las ganas y un esfuerzo casi inhumano. Gente que transpira la camiseta. Con lágrimas. Con sonrisas (afortunadamente, con una sonrisa).
Hay Médicos, enfermeros, administrativos, Directores, personal de limpieza, acompañantes y la lista sigue.
Son ellos, y están ahí. En lugares donde uno no quisiera estar en estos momentos. Donde uno apenas si pasa. Donde uno apenas si mira de reojo. Y ellos están. Firmes. Más que firmes.
Que la vida les devuelva el doble. O mucho más que el doble, gente linda.
(FB)