Con total asombro observamos impávidos, las políticas de ajuste, recorte y exclusión en  los primeros días del año y los ya realizados el año pasado; concretamente sobre los JUBILADOS Nacionales y pacientes con enfermedades infecciosas que repercuten sobre el grupo de argentinos más vulnerables.

A nuestros jubilados primero les retiraron más de 150 medicamentos del vademécum y ahora ostentan el recorte de porcentajes de descuentos de los remedios que necesitan los jubilados para preservar su salud. A ello debemos agregar la caída del salario real provocada por la desregulación monetaria y devaluación de más del 50% del peso argentino, sumado a una inflación de más del 40 % que licua los sueldos de la clase obrera enflaqueciendo los bolsillos de los adultos mayores, pero ahora van por más… aumentos de luz, gas y otros servicios.

El Gobierno de CAMBIEMOS está realizando parte del ajuste a este sector social, al cual  todos los argentinos estamos llamados a proteger.

El Papa Francisco, cabeza de la Iglesia Católica Mundial pidió que los ancianos no sean víctimas de la “cultura del descarte”.

También es preocupante la falta de provisión de medicamentos para el tratamiento de la Tuberculosis por parte del Ministerio de Salud de la Nación, para todo el país, discontinuando los tratamientos en personas afectadas  con la problemática que esto conlleva. La Sociedad Argentina de Infectología le hizo llegar carta al Ministro de Salud de la Nación preocupados por la falta de provisión de estas drogas de primera línea.

En la intención que estas políticas sean revisadas de  forma urgente por el Gobierno CAMBIEMOS con el fin de no excluir a ningún sector social y no restringir ningún derecho adquirido, reprobamos estas actitudes de recortes y ajustes con los más vulnerables que claramente se contrapone a otras políticas que privilegian a los sectores de altos ingresos y empresas transnacionales.

  • Retiro de retenciones a mineras.
  • Retiro de retenciones a cereales.
  • Retiro de retenciones a petroleras.
  • Quita de impuestos a autos de alta gama.
  • Favoritismo a la especulación financiera en contra del capital productivo.
  • Condonación de deudas a empresas eléctricas.

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