El ex Presidente municipal de Viale, Estelio Urchueguía, aclaró que seguirá militando en política, y que no se retira de la militancia.
“Continuaré militando; por supuesto. Eso es el ADN de uno. Hace 46 años que lo hago desde la Juventud Peronista y uno a esto, lo lleva uno en el torrente sanguíneo, y nunca deja de hacer política”, indicó.
“Sé que la política tiene sus vicios y sus problemas; sé que tiene sus corrupciones. Pero afortunadamente uno tiene la conciencia absolutamente tranquila. Seguiré militando y trabajando desde donde me toque. Seguramente estaré en las próximas campañas. Hay que reforzar la política en todos los aspectos y no sólo en el partido justicialista, sino en el sistema democrático argentino que tiene falencias.
-¿Hay posibilidades de que usted sea convocado para integrar el gobierno provincial?
-No lo descarto, porque quedan vacantes, y hay cambios que se están produciendo todavía. Siempre trabajé y apoyé al actual vicegobernador de la provincia Adan Bahl. Más allá o no de ocupar un cargo, estaré ligado a él en su trabajo político, ya que es una persona con gran futuro.
Junto al Vicegobernador, trabajaré en la formación política de los más jóvenes. Y por supuesto que nos verán compitiendo en todos los eventos electorales que vengan de aquí en más. Mientras Dios me de vida, allí estaré.
-¿Qué autocrítica se hace?
-Uno puede hacerse una autocrítica a partir de las imposibilidades. Es muy difícil en un Municipio la conducción de gente. En el caso de Viale, la Planta Permanente es muy chica (95 agentes), y por eso tuvimos que contratar más de 100 personas y otros tantos de jornalizados. Hay que tener en cuenta que, tantos los contratados como los jornalizados, fueron tomados con trabajos registrados, cosa que no ocurre en todos lados. Todos tienen sus aportes y están en blanco, como ocurre con cualquier empleado de Planta Permanente.
“Soy una persona muy puntillosa y me gusta que las cosas se hagan en su totalidad; no a medias. Personalmente, yo recorría el pueblo todas las tardes, y encontraba falencias. La autocrítica es no haber podido responder rápidamente a los reclamos, porque a veces el personal era lento o fracasaba, o había unos a los que no les gustaba tanto trabajar. Además, me preocupaba no llegar a tiempo con las necesidades de algunos vecinos, especialmente en el servicio público. Uno soñaba con ser lo más rápido y dinámico posible, pero a veces el personal era más lento que el pensamiento de uno”, sostuvo.
“Sin embargo, si ponemos en la balanza todas las conquistas y realizaciones de estos doces años de gobierno, la realidad otorga más orgullo que autocrítica”, señaló el ex Intendente.
(La entrevista completa se publica en la Edición Papel de NuevaZona)