El exembajador Sergio Urribarri confirmó anoche que si la justicia provincial lo habilita será candidato a gobernador en las próximas elecciones, con una lista propia. Y si ello no ocurre, igual competirá con el resto del peronismo entrerriano. “Vamos a disputar todos los cargos: concejales, intendentes, diputados senadores y gobernador”, afirmó en Echague, ante una nutrida concurrencia, en lo que consideró que era un “acto militante.

 Urribarri defendió los 20 años de peronismo y pidió analizar la reforma de la carta orgánica del PJ y debatir la conformación de una mesa política provincial.

Del acto participaron, entre otros, referentes tales como Raúl Barrandeguy -exdiputado nacional y su principal abogado en las causas por delitos de corrupción, por lo que fuera condenado a 8 años-, Raúl Arroyo (extitular de ENERSA y expresidente del Ente Provincial Regulador de Energía, además de esposo de la vocal del Superior Tribunal de Justicia, Claudia Mizawak) y el actual titular del Instituto Becario Provincial, Sebastián Bértoli. También se encontraban Mauro Urribarri, hijo del exmandatario y actual funcionario nacional, como así también su sobrino Juan Pablo Aguilera, exdirector de la Casa de Entre Ríos, funcionario del Senado entrerriano y condenado por delitos de corrupción. Sorprendieron algunas ausencias como la de la diputada nacional Blanca Osuna de Molina o del exdiputado provincial Pedro Báez, referentes muy cercanos al exembajador argentino en Israel.

En su alocución de así 30 minutos, Urribarri se refirió a la presentación para invalidar la cláusula de la Constitución que le impide ser candidato a gobernador. “Cuando haya resultados tomaremos las decisiones que haya que tomar. Si la respuesta es sí, ya se imaginan cuál será mi decisión”, adelantó.

En el arranque, Urribarri -que fue el único orador del acto- aseguró tener “mucha fuerza a pesar de tantos golpes” y se preguntó “cómo harían política los y las dirigentes de la oposición -y también muchos de los nuestros- si no tuvieran semejante blindaje mediático. ¡Cómo los cuidan a algunos y algunas!”, remarcó.

Más adelante, se remontó a su regreso al país, a fines de junio, tras cumplir funciones durante dos años y medio como embajador argentino en Israel. “Cuando llegué, el ministro estrella del peor gobierno de nuestra historia democrática caminaba la provincia vendiendo espejitos de colores. Un tipo que recién ahora está conociendo Entre Ríos en sus recorridas y paseos como si fuera un turista”, disparó, en obvia referencia al exministro del Interior, Rogelio Frigerio, a quien no nombró, principal dirigente opositor en la provincia.