El grupo “Aprendiendo a sobrevivir” agradece  nueva y profundamente a las instituciones que colaboraron para que Valeria  Cepeda pueda estar contenida durante su estadía en el hospital Castilla Mira: Dra Andrea Schmunck, personal en general, enfermeras, equipo de salud mental, personas que cuidaron y brindaron su tiempo para la atención de Vale, medios de comunicación…

Hoy nos vemos ante la situación lamentable de que Valeria no adhirió al tratamiento en el Centro » Del Prado’, y a las 24 horas de su ingreso- y luego de extensas tratativas, tanto desde el Centro Del Prado cómo así también con sus afectos de la ciudad de Viale- no se logró retenerla en dicho lugar.

Como fue de público conocimiento, Valeria se ausentó de su domicilio el 14 de junio y por varios días, se encontraba en recaída de su adicción, razón por la cual se hizo la denuncia por localización de paradero. Al localizarla, fue internada en el hospital local para estabilizarla. Luego de gestionar durante 2 semanas la internación en el centro de rehabilitación Del Prado de Concepción del Uruguay y esperar la autorización de la beca del Sedronar, Valeria fue trasladada  con recursos del municipio de Viale-, hacia esa ciudad, regresando a nuestra localidad a las 24 horas de ingresar a dicha institución por sus propios medios.

La realidad de esta enfermedad nuevamente nos enfrenta a la tristeza, frustración y dolor, sentimientos que muchas familias experimentamos al no poder ayudar a nuestro ser querido. Un tropezón no es caída definitiva. Esto no es el fracaso,  es parte de un proceso. Es mucho y bueno lo que se hizo y se logró. Tejimos redes, conocimos nuestras fuerzas y capacidades y logramos involucrar a cantidad de personas que ni sabíamos el potencial y el corazón que tienen, no tampoco sus necesidades, que, entre todos, podemos ir alivianando.  Lo sucedido es un botón de muestra de lo que padecemos día a día las familias que tenemos un ser querido en adicción. Solo que en esta oportunidad la comunidad de Viale- pudo ver y vivir desde adentro, y ser parte comprometida también de lo que se sufre, se lucha y cuesta conseguir la recuperación de un adicto. Agregándole a la terrible realidad de la adicción, el agravante de la actual Ley de Salud Mental , y la ineficaz aplicación de sus aspectos positivos, volvimos a experimentar en carne propia que, a pesar de tantas personas, voluntades, instituciones y recursos involucrados para obtener el tratamiento de Valeria, todo se desvaneció de un plumazo, debido al aspecto de la VOLUNTAD del paciente como requisito irrevocable. Las familias cargamos con mucho y a esto se le agrega el extra de ser juzgados por dejar que ellos mismos traten de buscar el camino a la recuperación, pero ese transitar es necesario y es allí donde ellos se enfrentan a su problema y las familias buscamos la manera de sanar, esperando en la fe y en la esperanza. Luchamos con dolor, cargamos con impedimentos e impotencia. Pero

ante cada caída logramos levantarnos con más fuerza…cada situación vivida nos permite aprender y crecer. Vamos siempre aferrados a la mano de Dios,  Padre bueno y misericordioso que no nos abandona.

Es nuestro deseo que Vale y todas las personas que presentan problemas de adicción puedan ver la luz y transitar el camino de la recuperación…

(Aprendiendo a sobrevivir)