En diciembre próximo, «La Soñada Equino Terapia» cumple tres años de vida.  La entidad, que nació a partir de una iniciativa de los papás de Joaquín y de un grupo de amigos, ha venido dando pasos firmes durante este tiempo, cumpliendo sueños y objetivos. Pero también, con varios desafíos por venir.

No es sencillo sostener y mantener una Asociación sin fines de lucro. Para algunos que nunca se embarraron las manos, será quizás una cuestión simple de manejar. Pero para todo aquel que alguna vez haya participado activamente en una institución, sabrá de lo que hablamos: El trabajo que demanda una tarea social comprometida con la gente, sólo es posible a partir del sano interés por el prójimo. Gente de corazón abierto, que no busca otra cosa que no sea el bienestar de aquellos que necesitan una mano.

Afortunadamente, ese grupo de luchadores que un día proyectó La Soñada no están solos. «Tenemos alrededor de 200 socios que colaboran con la Asociación». Quien lo cuenta es Carina Pérez, mamá de Joaqui y trabajadora incansable.

Dos veces por semana (miércoles y viernes por la tarde), llegan a La Soñada -ubicada en el predio que el Club Atlético Arsenal posee en el acceso por Ruta 32- un grupo de  niños y jóvenes de cinco localidades: Viale, María Grande, Tabossi, Seguí y Hásenkamp. Ellos reciben el cariño y la atención de diez profesionales de la salud, que desarrollan su tarea en el lugar.

«Cuando le contamos a la gente que hoy por hoy son diez los profesionales que llevan adelante su trabajo en La Soñada, muchos no lo pueden creer», explica Carina.

La gente de La Soñada quisiera poder recibir más chicos que necesitan una terapia con caballos, pues la demanda es alta. Sin embargo, las posibilidades con que se cuenta la institución son limitadas.

Desde hace un par de meses, La Soñada posee habilitación municipal de su predio. Ha recibido aportes del gobierno provincial, así como apoyo por parte de la Dirección Provincial de Vialidad, organismo que le ha venido dando una mano en lo que tiene que ver con el acceso al lugar y sus calles internas.

Pero las necesidades siempre son muchas. Uno de los desafíos actuales, es conseguir un transporte ya que se brindaría así un gran apoyo para las familias de escasos recursos. También, se necesitaría un personal para mantenimiento del predio.

Otro de los objetivos de La Soñada es lograr, junto a los demás Centros de Entre Ríos y el país, la ley provincial y la ley nacional de Equino terapia.

Saben que el sendero a recorrer es largo y para nada sencillo. Pero en eso están. Con las mismas ganas del principio, poniéndole esfuerzo y transpiración día a día y haciendo honor a la bella frase que nos regaló un día la Madre Teresa de Calcuta: «A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota».

(Fabricio Bovier/NuevaZona)