Habían pasado apenas unos meses del campeonato de Viale FBC de 1999, cuando la Liga de Fútbol le trajo como regalo al club del barrio La Loma –nada más y nada  menos- que al Bocha Bochini.

Apenas se conoció la noticia, la ciudad entera se cubrió de felicidad. Recibir al máximo ídolo de Independiente de todos los tiempos no era poca cosa. El Bocha llegaría acompañado de la Reserva del Rojo a disputar un amistoso con la V Azulada.

Finalmente, ese día llegó. Y hubo alegría y mucha emoción. Sobre todo, en la gran familia entrerriana de Independiente (que son muchos).

Al Viale FBC arribó esa jornada gente de distintos lugares para compartir una tarde de fútbol y recuerdos junto al máximo referente del Rey de Copas.

Ocho años antes de aquel día (un 5 de mayo de 1991), Ricardo Enrique Bochini, jugó su último partido oficial en Independiente de Avellaneda, el club de sus amores. Un hito futbolístico en el fútbol argentino, en el cual desde ese momento nació la leyenda, la del ídolo máximo del “Rojo”.

Se disputaba la fecha 11 del Clausura cuando a Independiente le tocó recibir a Estudiantes de La Plata, donde empataron 1 a 1.

Legaba a su fin una excepcional carrera de 19 años, 714 partidos, 108 goles, 4 torneos nacionales y 10 copas internacionales, todos esto con un mismo club, uno de los pocos que jugaron toda su vida en el mismo establecimiento, en este caso en Independiente.

El Bocha llegó a Viale en su propio auto, acompañado de su esposa e hijos. El plantel, por su parte, lo hizo en colectivo. Bochini llegó la noche previa y cenó en el quincho de la V Azulada junto a los hinchas de Independiente y la Comisión Directiva de la entidad vialense.

“Si bien estaba muy cansado por el viaje, pudimos compartir anécdotas y lindos momentos con nuestro ídolo”. Quien lo cuenta es el Dany D’Agostino, uno de los dirigentes que acompañó desde el túnel a Bochini hasta Viale. Había viajado con Checho Fálico (presidente de Viale FBC) y Hugo Aimone para orientarlo en la ruta desde Santa Fe a nuestra localidad.

El resultado del amistoso al día siguiente, fue anecdótico: 4 a 1 a favor de los de Avellaneda (“el partido, un baile bárbaro”, recuerda entre sonrisas el Dany).

Quienes no se despegaron ni un segundo de Bochini fueron los fanáticos del Rojo de nuestra ciudad. Pelé Dayub y Mario Monzón, entre muchos otros.

Otro de los que no se despegaron en ningún momento fueron Elbio y Juancho Pérez. “Somos una familia fanática de Boca y mi viejo era de River, pero queríamos compartir esa jornada con el Bocha”, recuerda Elbio.

También llegó a la localidad aquel domingo el Negro Ruiz Moreno, compañero de Bochini en Independiente.

Esa jornada, la cancha de Viale FBC cambió de color por un rato. Durante esa tarde, la V dejó el tradicional azul y blanco para darle paso –momentáneamente y de manera muy emotiva- al querido rojo de Avellaneda.