Varias décadas atrás, Viale contó con un espacio recreativo que fue un verdadero oasis en toda la zona y que tuvo su esplendor en los años 30 y 40 del siglo XX.

El lugar fue conocido como El Saralú, perteneciente a la familia Castilla Mira, y ubicado en el acceso a Viale por Ruta 32.

Dicha familia realizó un enorme esfuerzo en su momento para construir el tajamar e inauguró también allí la ermita que permanece hasta el día de hoy.

El Saralú contaba con un gran lago, canchas de bochas, espacios recreativos, importante arboleda, entre otras cualidades.

Fueron numerosas las familias que disfrutaron durante años aquel enorme y cuidado predio.