Apenas habían pasado unos días…

Se cumplía menos de una semana de la rendición argentina en Malvinas, cuando el vialense volvió a su pueblo procedente de las Islas.

Desde el sur de nuestro país partió a Capital Federal y desde allí a Entre Ríos. A Viale llegó en un colectivo interurbano que lo dejó en el acceso al pueblo.

En la entrada por ruta 18  no sólo estaban sus padres y familiares. Había cientos de vecinos. Con banderas, ojos brillosos y pacientes abrazos esperando aquel momento.

Lo primero que hizo Abel Rodríguez al llegar fue mirar para todos lados, en busca de su madre. Cuando se vieron, se aferraron en lo que fue un instante eterno, repleto de lágrimas contenidas.

No debe existir en este mundo una fotografía más tierna que esa imagen: La del ex combatiente fundiéndose con su mamá. Era el recibimiento luego de la guerra. Era el abrazo que todos necesitábamos.

(FB)

(Foto: Estela Sione)