Leemos, escuchamos y vemos demasiado a menudo noticias negativas que involucran a jóvenes. Con alegría puedo afirmar que si los adultos sabemos incentivar y acompañamos a los jóvenes y adultos que estudian, ellos nos dan grandes satisfacciones.
A partir de una inquietud, surgió una idea y a partir del aliento y entusiasmo de algunos docentes embellece la ciudad un nuevo mural. Esta vez llamando la atención sobre la donación de órganos.
A los estudiantes no les importó el frío o el cansancio -ya que muchos trabajan- y durante varias tardes realizaron con esmero, paciencia y compañerismo una actividad diferente. También fue un aprendizaje para toda la comunidad educativa de la ESA N°9 “Pte. Arturo Illia” ya que no estamos acostumbrados a que nuestros alumnos realicen este tipo de actividades, que requieren de tiempo y energías extra.
Una de las geniales frases de Facundo Cabral resume lo vivido durante esta semana en compañía de los estudiantes: «Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan a la vida». Mientras una persona ametralló a 50, otros concientizan sobre maneras diferentes de dar vida. Estos últimos, aunque no sean conocidos, son quienes sostienen la vida y alientan a otros sin saberlo.
Desde la Rectoría de la ESA N°9 se desea hacer público el reconocimiento a la Subsecretaría de Cultura y educación de la municipalidad local quien por intermedio del prof. Heff realizó el desinteresado aporte de los materiales para concretar la realización del mural.