Comenzaron tímidamente y al principio creyeron que sería difícil reunir un grupo de hombres dispuestos a orar.
Pero se equivocaron. Si bien los primeros sábados eran apenas tres o cuatro muchachos, ya en el segundo mes ese número inicial creció, llegando actualmente a veinte.
“Comenzamos el 30 de marzo del año pasado, por lo que en pocas semanas estaremos cumpliendo nuestro primer año de vida». Quien lo cuenta es Daniel Salva, integrante de Los madrugadores.
Aclara que no es encargado del grupo, ni líder. «Sólo apenas un referente», explica Daniel. «Todos somos iguales aquí», comenta.
Sábado por medio, Los madrugadores se reúnen en la ermita de la virgen de Schoenstatt, ubicada en la placita Favaloro de Viale. Se reúnen a las 6 de la mañana y de allí el nombre de “madrugadores”. Rezan el Rosario, cantan y comparten vivencias. Siempre juntos, y con el mate como fiel aliado.
El origen de esta iniciativa surgió en Chile hace ya treinta años, como una ramificación del movimiento de Schoenstatt. Luego se fue replicando y abriendo paso en distintos lugares de Sudamérica.
Los Madrugadores sentían que a muchos hombres les resultaba un tanto incómodo expresar sus sentimientos de fe, o sus inquietudes acerca de la vida, pero en un entorno de camaradería masculina les era más sencillo abrirse.
Así fue como el movimiento se integró desde un principio por varones de diversas edades.
«En cada encuentro nos reunimos para rezar, charlar, pedir y agradecer», explica Salva.
«Nuestro propósito es compartir experiencias, y agradecer a la Mater por todo lo que uno tiene», comenta.
Durante el año pasado también llevaron adelante distintas actividades. Y ya proyectan otras para este 2020. Uno de sus objetivos principales es integrar a todos.
Bajo esa noble idea, en diciembre último y junto con otros grupos parroquiales, organizaron la cena a la que denominaron: «Fiesta de la familia y despedida de año».
Querían volver a reunir mucha gente en la parroquia como otros años. El precio fue más que accesible para todos (apenas, sesenta pesos -$60- por persona). Y el resultado cantó: las 500 tarjetas disponibles volaron en apenas un rato.
«La fe es muy poderosa y la Mater obra para que las cosas sucedan». Así lo viven, y así lo sienten. Palabra de Los madrugadores.