Costó y mucho. Pero llegó. Se lo propuso hace ya bastante tiempo y sabía que un día lo lograría.

Por motivos de la vida y obstáculos varios, el camino fue cuesta arriba. Muy cuesta arriba.

Pero llegó. Este 18 de diciembre, Alexander recibió de manos de sus docentes el ansiado diploma.

El joven acaba de concluir su primaria. Lo hizo en la Escuela de Adultos Nº 114 “Hans Christian Andersen”, de Viale.

Alexander tiene un pasado difícil en sus espaldas. Pero también, un presente de lucha y esfuerzo. Y más: un futuro prometedor.

El joven conoce lo que significa vivir en la calle a la buena (o mala) de Dios. Sabe que la calle nunca  ha sido buena consejera. Pero eso es pasado. El presente lo encuentra en otro camino.

Alex es consciente que sus estudios primarios le llevaron más tiempo que a otros chicos. Sin embargo, eso no lo inquieta. Siempre hay tiempo. Siempre se puede.

Sueña con empezar el secundario, «en una escuela donde enseñen un oficio. Quiero recibirme y empezar a trabajar», nos contó días pasados.

Si su dura infancia le mostró el peor lado de la vida, su presente lo encuentra con ganas de dar pelea.

Hoy concluyó una etapa. Y un dato para nada menor: culminó sus estudios con el mejor promedio.

Alex tiene sueños, proyectos y, sobre todo, muchas ganas. Vive el hoy, su hoy. Y está dispuesto a seguir. Pese a todo, a seguir.

(Fabricio Bovier)