Recibimos en nuestra redacción una nota del personal de la Residencia Socio Educativa de Jóvenes R. Sáenz Peña, donde plantean la situación que se encuentra el camino de la entidad.
“Queremos expresar nuestra indignación, impotencia y vergüenza por las condiciones en las que tenemos que concurrir a nuestro trabajo, los días de lluvia y posteriores.
Numerosos son los pedidos realizados por distintas direcciones que han pasado por nuestra Residencia ante autoridades de turno, ya sea del Organismo Central, Municipal y Provincial, en relación a la necesidad de contar con un camino de acceso óptimo, y transitable en días de lluvia, que nos garantice condiciones laborales dignas y acordes a los procesos de evolución y progreso.
Es lamentable, penoso y doloroso cuando concurrimos a trabajar en condiciones climáticas adversas ayudándonos unos a otros. Algunos empleados tenemos más de 25 años de servicio y padecemos este inconveniente año tras año, no se olviden que tanto mujeres como varones debemos realizar este trayecto y que algunos ya tenemos más de 60 años de edad.
Teníamos un acceso alternativo por Ruta Nº 18, pero en el año 2004, el Municipio de Viale solicitó la donación de 18 hectáreas para el Parque Industrial y se le fue concedida por las autoridades de turno, posteriormente mediante algún acuerdo, esas hectáreas quedan en manos privadas. Ante esta situación, año más tarde, se marca un camino alternativo que salía a la Hiporrecta de Viale, por allí podían ingresar vehículos ya que lo utilizábamos solamente los días de lluvia, y tratamos de conservarlo como una alternativa viable ante cualquier inconveniente, pero nuevamente por la voluntad y predisposición de las autoridades de turno 9 hectáreas pertenecientes a ese sector fueron, según trascendió, donadas o dadas en comodato al Viale Foot Ball Club. Al menos nos da una luz de esperanza el pensar que a VFBC tal vez le hagan un camino en óptimas condiciones, y ya nos quedaría más cerca.
Ahora bien, aquí viene lo más importante, pensando en los jóvenes Residentes, y por lo expuesto anteriormente teniendo en cuenta la función que debe desempeñar nuestra residencia como servicio protector de los derechos del Niño, según Ley Provincial Nº 9861, si tenemos alguna urgencia que atender para con los jóvenes ya sea por problemas de salud o algún tipo de accidente, nos preguntamos:
¿De qué manera garantizamos los derechos de los jóvenes residentes, cuando existen situaciones climáticas desfavorables?
¿Quién se hace responsable? O el hilo se seguirá cortando por la más delgado
Que alguien nos diga
¿Cómo siempre debemos esperar que pase lo peor? Para luego, si, tomar medidas inmediatas
Estamos cansados de ser subestimados, aquí no hay banderías políticas, aquí hay un grupo de seres humanos que intentan cumplir con su trabajo a pesar de condiciones adversas, a pesar de ser invisibles para quienes tienen la responsabilidad de resolver este asunto, pues ya no creemos en las promesas de campaña ni políticas que luego no tienen sustento. No queremos sentirnos ni ser considerados los responsables por algún hecho que tengamos que lamentar. A quien le quepa el saco, que se lo ponga.

Un grupo de empleados de la Residencia