Las cosas quedan en el olvido hasta que alguien decide volver tras ellas y retomar ese camino. No hay juegos nuevos y viejos. Simplemente juegos que sin importar si se hacen ahora o se hicieron hace un tiempo, siguen generando sonrisas. Y eso es lo que vale.
Bajo esa premisa, el jueves 4 de octubre, la capilla Guadalupe del barrio Centenario realizó los festejos por el día de la Primavera y del Niño.
El encuentro, que reunió casi cien chicos de una gran barriada, fue organizado por los catequistas y ayudantes de dicha capilla.
Quienes estuvieron a cargo de la jornada decidieron dar un paso más allá del tradicional picadito futbolero. Si bien hubo fútbol para niños y niñas que aman correr detrás de la pelota, también se buscó en el baúl de los recuerdos y se pensó en aquellas cosas que siempre recordamos: carrera de embolsados, derribo de tarros con pelota de trapo, carrera de equilibrio con cucharas en la boca. Y muchos más.
De este modo, fue una tarde con una gran variedad de juegos que los organizadores decidieron rescatar de la memoria. Todo, acompañado de caramelos, tortas y alfajores donados por firmas comerciales y vecinos de la ciudad.
En comunicación con nuestro medio, la capilla Guadalupe agradeció a todos quienes de una u otra forma colaboraron para divertir y agasajar a los peques.