Su nombre recorrió todos los medios del país este finde. Radios y canales, así como también prensa gráfica y diarios digitales se hicieron eco de la noticia: Julián Molina, el joven de 25 años que se consagró como el primer maratonista argentino en cruzar la línea de llegada de la Media Maratón de Bs. As. había tenido que vender empanadas para poder costearse el viaje y la inscripción.
Veamos de quién se trata. Julián Molina se consagró como el primer atleta argentino en cruzar la llegada de la Media Maratón este domingo, en una de las carreras más multitudinarias del mundo.
Su reloj marcaba 1:04:18 cuando atravesó la línea de llegada, con el favorito de la carrera, Mastromarino, pisándole los talones. «Mi objetivo era salir con el pelotón y marcarlo a Mariano, sabía que estaba para correr esos tiempos, solo había que esperar a que llegara el día y despertarse con ganas», aseguró el campeón.
Tras muchos días de trabajo, el competidor logró juntar el dinero para viajar a Buenos Aires y consagrase como campeón argentino. Para llegar correr los 21K vendió más de 40 docenas de empanadas de verdura y carne, que preparaba una vez por semana y trabajó de mozo los fines de semana.
Antes de llegar a la cima nacional y consagrarse campeón argentino de Atletismo, Julián Molina hizo también historia en nuestro pago chico. Es que el 9 de julio de 2014, el paranaense (actualmente radicado en Rosario) ganó la 19 edición de la tradicional Tabossi-Viale.
En aquella oportunidad, Molina empleó un total de 39 minutos y 27 segundos para llegar en primer lugar y consagrarse en la capital del Camionero.
Cuatro años después, es decir este domingo, lo primero que hizo Molina al cruzar la línea de llegada en Buenos Aires, fue dedicarle la victoria a su mamá. Así se lo contó al periodista que lo entrevistaba: “Dejame mandarle un beso al cielo. A esta carrera se la dedico a mi mamá que está allá arriba desde 2012”.