La Dirección de Bromatología comparte estas recomendaciones a tener en cuenta, cuando colocas los alimentos en tu heladera.

Cuando se manipulan alimentos, una de las claves es el control de las temperaturas. Mantenerlos y conservarlos en las condiciones de frío adecuadas resulta fundamental para reducir el riesgo de proliferación de bacterias patógenas.
La temperatura actúa como barrera para impedir la multiplicación microbiana. En la conservación doméstica la misma no debe superar los 7ºC.

Conocer la temperatura en las distintas partes de la heladera es clave para una correcta conservación. De acuerdo con la distribución del frio, los alimentos se deben organizar de la siguiente manera:

1. Productos terminados y/o cocidos.
2. Lácteos y bebidas.
3. Alimentos crudos.
4. Frutas y verduras.

No todos los alimentos requieren las mismas condiciones de conservación y debe tenerse en cuenta que, a medida que la temperatura disminuye, se reduce también la velocidad de crecimiento de muchos de los microorganismos hasta el punto que se detiene alargando la vida útil del producto.